La zafra del arándano, que se extiende desde agosto hasta noviembre, requiere el trabajo de entre 4.000 y 5.000 cosechadores en una labor que fundamentalmente se desarrolla en esta zona del país, donde están las principales plantaciones. Si bien la cosecha esperada hasta hace 15 días era de casi 4.000 toneladas, la caída de granizo de la semana anterior representó la pérdida de casi un millón de kilos en Salto, ya que en Paysandú no se registró. De todas maneras, el contratista Mario Furtado dijo a EL TELEGRAFO que “aunque no se llegó al pico de fruta, se viene trabajando bastante bien y se están exportando todas las variedades. Esperemos que lo que queda de octubre y noviembre se siga trabajando así”. Lamentó que “la zafra del arándano venía espectacular, hasta que cayó una granizada y afectó parte de los plantíos, particularmente en el caso de la empresa (salteña de capitales argentinos) Gamorel, donde había un estimado de 2.300.000 kilos para cosechar, unos 600.000 kilos se perdieron por la piedra. En una plantación menor de Colonia Osimani el granizo liquidó toda la plantación, unos 250.000 kilos”. Las variedades con mayor presencia son la Emerald (de color lila) y la Star (roja).
“Son las de verano, que se están trabajando más fuerte, porque se están terminando las variedades de invierno, como la Sprint y la O’Neal”.
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