Agricultores aguardan más horas de luz para ingresar a chacras y reiniciar cosecha de soja

Los agricultores de la región y gran parte del país aguardan con expectativa que la inestabilidad brinde una tregua y así reingresar a las chacras para continuar con la cosecha de soja, cuando aún queda entre el 40 y 50% de la producción para levantar, hasta el momento, con promedios en rendimientos muy pobres.
Más allá de esa expectativa de continuar cosechando, los pronósticos no son para nada alentadores. Fundamentalmente, afectan las pocas horas de sol para orear la tierra después de más de 100 milímetros –en general– en solo tres días, además de los anuncios de nuevas precipitaciones a partir de este martes y hasta el viernes inclusive.
“Esperando que se acomode el tiempo para continuar con la cosecha”, así define la actualidad el ingeniero agrónomo Luis Simean, gerente de Copagran Paysandú, quien estima que aún queda “un área importante sin cosechar”. Entiende que “si bien se había avanzado bastante antes del primer episodio de lluvia la semana pasada, especialmente con las chacras de primera, todavía se estima que queda entre el 40 y 50% sin cosechar”.
En cuanto a lo de primera, “se ha levantado en su mayoría, aunque hay diferentes situaciones, pero queda toda el área de segunda”, sostiene el técnico sanducero. “La incertidumbre es cuándo se podría ingresar, porque en algunas zonas se acumularon varios milímetros, pero fundamentalmente las horas de sol han sido muy pocas”.
La particularidad es que las lluvias “han generado un desequilibrio en las plantas y hay un rebrote importante con plantas que están verdes y con chauchas verdes, incluso algunas floreciendo, pero esas chauchas no van a completar el ciclo, por lo que queda por hacer, es levantar la chaucha que ya está pronta, y el grano que está seco”, dijo. Es más, el agrónomo precisó que “hay productores que están procurando algún disecante para poder abaratar la cosecha”.
Lo obtenido hasta el momento presenta mucha variación. “Incluso dentro de la misma chacra hay variaciones, como los bajos, donde la planta agarró alguna napa de agua y está con rendimientos aceptables de 2.000 y algo de kilos”, expresa. “Pero en las cuchillas, los promedios se vienen abajo y hablamos del entorno de los 1.000 a 1.200 kilos, como promedios muy generales en esta zona”.
Comentó que, durante la primera etapa y mientras no llegaban las lluvias, “el grano entró de buena calidad y seco a plantas de acopio y secado. Después de las lluvias del anterior fin de semana, ingresaron prácticamente todos los viajes con humedad”. Con respecto al grano que se podrá obtener a partir de este exceso hídrico, Simean estima que “puede aparecer grano con daños”.

Mercado

El valor actual de la soja en el entorno de U$S 400 la tonelada en el país “brinda optimismo para la zafra futura y cómo seguir adelante, pero la actual ya está definida y es poco el remanente que le está quedando hoy al productor para cerrar a estos valores”, detalla el gerente de Copagran Paysandú.
Además, opina que “no cambia la ecuación porque son muy pocos kilos a los que se les puede sacar ese diferencial de precio. Si bien es bienvenido y suma, no cambia la ecuación, porque hay poco grano y ese grano ya estaba vendido de antemano, por lo que no podrá capitalizar este precio que está en el entorno de U$S 400 en puerto de Nueva Palmira”.

Maíz y sorgo

El déficit hídrico le pegó a todos los cultivos en general, no solamente a la soja. Simean aclaró que le pegó al maíz, pero mucho más al sorgo, que es un cultivo que en otras situaciones tuvo mejor respuesta a la sequía y este año fue muy afectado por la falta de lluvias y generó rendimientos muy bajos. De por sí, había un área “reducida respecto a otros años”, explica el profesional. “La situación actual es que “la reducida área que había, tanto en sorgo como en maíz, más los bajos rendimientos, hace que haya una demanda por granos para alimento animal y una importante recuperación en el precio”.
Suba en granos
De acuerdo con un relevamiento de EL TELEGRAFO, en las últimas jornadas fue de relevancia el aumento en el precio de los granos forrajeros. Esto sucede a raíz de los bajos rendimientos obtenidos en la zafra, pero con un impacto importante para la producción ganadera y lechera, teniendo en cuenta las dificultades de alimento para el invierno.
El verano ha sido duro, con un déficit hídrico marcado que incidió al momento de la presente zafra de cosecha de maíz y sorgo, como indicó Simean. Pero la falta de pasturas naturales lleva al productor a recurrir en alimento para mejorar el estado de las haciendas y esta suba de los granos para alimento animal conspiran para que se pueda hacer efectivo. Un claro ejemplo es el aumento de ALUR del DDGS de sorgo (grano seco de destilería), conocida como Burlanda, que aumentó alrededor de 56% en las últimas jornadas, pasando de U$S 179, que estaba en abril, a U$S 279 la tonelada.
El aspecto fundamental es que “prácticamente no hay sorgo”, que se paga U$S 150 a levantar, pero no hay en plaza. En el caso del trigo, pasó de costar U$S 185 a U$S 220 la tonelada, hecho que cambia radicalmente la ecuación que el productor pueda hacer al momento de procurar grano para alimentar sus animales. En general, todas las raciones subieron entre un 20 y 30%, debido a que no hay mucho grano. La soja pasó de 350 a 400 la tonelada, al igual que el expeler. El aumento de los precios ha sido semana a semana, siendo el trigo el grano de mayor suba en los últimos días.
Según la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), el trigo tenía un precio de U$S 185 el viernes 2 de marzo y el 27 de abril su cotización fue de U$S 220. En el caso del maíz, el 2 de marzo cotizaba entre 195 y 200 dólares, y actualmente entre 240 y 260 dólares. En el caso del sorgo, a comienzos de marzo cotizaba U$S 135 y ahora está nominal ante la escasez del grano.

Argentina

Con entre 4.500 y 5.000 millones de dólares de soja en sus manos –con una estimación de entre 10 y 12 millones de toneladas sin vender de la cosecha pasada–, los especialistas argentinos no esperan que sus productores aceleren la liquidación del grano por la suba del dólar en el vecino país.
¿Los motivos? Hay expectativas de precios internacionales sostenidos hasta el tercer trimestre de este año y además influye el recorte de la producción de la cosecha actual por la sequía, que bajará de 57,5 millones de toneladas del ciclo pasado a 37 millones de toneladas.
El economista Juan Manuel Garzón, del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea –organización civil creada por empresas de Córdoba–, señaló al diario La Nación de Buenos Aires que los productores que tengan la posibilidad de demorar la venta de soja porque no tienen deudas urgentes o pueden repagar obligaciones con otros financiamientos “intentarán esperar lo más que puedan”.
Las proyecciones apuntan a buenos precios internacionales, al menos hasta setiembre u octubre, cuando se defina la campaña de Estados Unidos. En Uruguay, las exportaciones de soja cayeron 57% en abril con respecto al año anterior, por la mala cosecha debido a factores climáticos.