En la hora Huracán siguió de Copas

Huracán se proclamó brillante campeón del Torneo Apertura del fútbol de Primera División sanducero tras vencer ayer en un dramático final a Progreso por 2 a 1. El equipo de Ramón Silvera sigue de fiesta luego de obtener, una semana antes, la Copa Nacional de Clubes de OFI de la Divisional B.
Un partido intenso, quizás con poco fútbol de acuerdo a lo que pueden aportar ambos, pero con dos equipos que metieron siempre, que pusieron voluntad, arrestos anímicos, con un arbitraje por momentos polémico. Con un Progreso que cuando se venía el final y con dos hombres menos en la cancha, con mucha rebeldía lograba el empate y un Huracán que vio casi perdida la oportunidad de lograr el título, pero volvió a exponer su temperamento, fuerza y espíritu de superación para sobre el filo del partido, cuando el rival todavía festejaba el transitorio empate, poner la segunda diana y llegar a levantar una nueva copa.
Se redondeó así una gran jornada, con más de 1.000 personas como espectadores, con un merecido campeón, Huracán, y un meritoro Progreso, que jugó 65 minutos con un hombre de menos y sufrió al final otra expulsión. Primeros minutos con Progreso jugando mejor, con Rossi manejando la pelota en el medio y un voluntarioso Trinidades obligando a los marcadores centrales. Giles salvó en el achique, Vidiella disparó y se fue cerca de un vertical. Expulsan a Cuelho y Huracán comienza a funcionar mejor en el medio.
Ya en el complemento, Huracán no hace pesar su juego aéreo porque Progreso defiende bien. De cualquier modo, la apertura llega en un entrevero en el área tras saque de un córner, donde Sueldo –en el área chica– con un golpe de taco manda la pelota a las piolas.
Y Progreso, con poco fútbol pero con ganas, comienza a empujar, Schneider obliga a buen esfuerzo de Giles, Huracán tiene uno más pero por momentos retrocede en el terreno. Una pelota al área de Huracán, un rebote y Vignola, recién ingresado, remata violento poniendo el empate.
Los descuentos ya corrían, Huracán siente escapar el título y va; una pelota desde la derecha servida por Leguizamón y por el otro lado aparece Vidiella, descuidado, y con exacto toque de primera pone la pelota en la red para liquidar el partido.
El festejo para este Huracán campeón, la desazón para el voluntarioso Progreso. Sí, Huracán sigue de copas y es merecido campeón. “Chapatín”