Solicitada

HOMENAJE A
GLADYS MANISSE
Estas líneas son un homenaje a una gran sanducera: la maestra Gladys Manisse. Luego de jubilarse como directora de escuelas especiales –para personas con discapacidad– fundó, junto con Sofía y Elvira Battó, y Elsa Ambrogio, una institución para atender a alumnos que egresan de las escuelas. Más de 40 años –toda su vida– dedicada a ellos.
Luchó, pidió entrevistas (BPS, INDA, embajadas, Instituto de Colonización, obras sociales extranjeras y nacionales, parlamento, Presidencia de la República), ¡todo todo por sus muchachos/as!
Compró una casa (antigua) en la calle Juan Paullier, en cuotas, consiguió 14 hectáreas en Tapia, Canelones, hizo una rifa de un auto –que ella no tenía– para construir una vivienda para ellos. Pidió heladeras, cocina, todo por amor. Gallineros, contenedor, un vagón de AFE… Pidió ayuda a una obra alemana para instalar una fábrica de mayonesa, pickles, envasar miel, aceitunas, etcétera.
La institución le compró una casa en la calle Daniel Muñoz y una camioneta. Al fallecer Gladys, todo se vino abajo, las viejas maestras se fueron con Dios, ¡su tarea en la tierra estaba cumplida! Los que quedaron al frente de la institución poco a poco liquidaron todo. Ya no queda nada… Mi hijo estuvo más de 40 años en la institución. Hoy está conmigo en casa, yo tengo 83 años; mi hijo, 55. ¡Gracias a Gladys Manisse y a sus colaboradoras! Fue muy feliz con ellas. Paysandú nos dio a una santa. Dedicó toda su vida a ellos. Néstor Rebella