Más de 20 robos o intentos en comercio de la zona sur; “tenemos miedo que vengan con un arma”

“Tenemos miedo de que nos asalten a mano armada”, indicó a EL TELEGRAFO el hijo de los propietarios de un almacén ubicado en la zona sur de la ciudad. Se comunicó a nuestra redacción para contarnos la difícil situación y que ya van “van más de 20 intentos y robos concretamente”.
El martes, próximo a las 2, delincuentes entraron al comercio y causaron daños, además de despojarlos de mercadería. “El local de mis padres tiene alarma con cámaras, rejas y demás pero parece no ser suficiente”, para frenar el embate de la delincuencia, expresó Marcos Rodríguez.
“Hicimos una nota hace un tiempo con EL TELEGRAFO por un robo que tuvimos y desde esa vez colocamos más rejas, cámaras y cambiamos la alarma. Parecemos la Casa Blanca de tanta seguridad que hay. Siguieron los robos. Esta vez rompieron candados y puerta para llevarse mercadería, porque plata nunca dejamos. En realidad, ellos (los malvivientes) alcanzan a manotear lo primero que pueden”, comentó Rodríguez.
Sus padres tienen comercio hace más de 30 años en la zona. “Somos tres hermanos que estudiamos y hay veces que hasta dejamos de ir a alguna clase para no dejarlos solos porque entran cada caripelas con actitudes sospechosas que no sabés qué puede pasar”. Además, agregó, “cada vez que te entran a robar, más allá de lo que se llevan son los costos que te demandó arreglar todo”.
En tanto, durante el diálogo, su padre expresaba desde atrás que lo que más necesitan es un patrullaje por la zona donde residen familias de conocidos malhechores. “Estamos disconformes con la respuesta que hemos tenido de la Policía. ‘Te tomo los datos (por 21 vez) y si sabemos de algo te avisamos’, te dicen y nunca más”.
“Más allá de que lo material va y viene, estamos cansados y desesperados porque más de una vez fuimos a hablar a la Jefatura a pedir algún tipo de solución, algo tan simple como un patrullaje rutinario. Dicen ‘quédense tranquilos’. Pero acá es tierra de nadie”, indicó Rodríguez con cierta molestia.
El comercio está distante de la casa, por lo que cada vez que los llaman de la empresa de alarmas que tienen, no pueden evitar pensar lo peor. “Estás pendiente de que te llamen los de la alarma y estás con el Jesús en la boca, sobre todo los días de lluvia o frío cuando anda poca gente. Hay comercios de la zona que fueron asaltados a mano armada y a la gente (los ladrones) no les importa nada. Igual te dan un balazo y te matan para llevarse cien pesos”.