Módulos de prevención de crisis forrajera permitirán a productores salvar mayor cantidad de haciendas

Luego de varias sequías y estudios del tema, desde el Instituto Plan Agropecuario se vienen monitoreando 23 predios en el basalto en un proyecto FPTA, que ha permitido demostrar que módulos de prevención de crisis forrajera, permitirán a los productores salvar la mayor cantidad de haciendas.
En lugares en donde hubo un severo déficit hídrico, “apreciamos que aquellos campos que se pelaron muy rápidamente, determinaron que los productores pasaran muy mal, y gente que en el mismo lugar tenía pasto no la pasó tan mal”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín. El coordinador de la regional Litoral Norte del Plan Agropecuario indicó que al analizar lo que hicieron esos productores, “quedó claro que quienes ingresaron con pasto al invierno, fue a quienes les sobró pasto en la primavera. Que quiere decir, que si precisaban un 100% de pasto, en la primavera esta gente tuvo entre 100 a 130 por ciento de pasto”.
De todas maneras, aclaró que “a quienes no le sobró el pasto, luego se complicó debido a que tuvieron 4 meses con déficit hídrico, y por lo tanto con tasas de crecimiento por debajo de lo normal”. Agregó que “pensando en el basalto, que tiene un 70% de suelos duros, si bien es importante que sobre pasto, no puede sobrar en cualquier lado”.
Sostuvo que si sobra en suelos superficiales, suelos duros y de piedras, “ese material tiene un alto contenido de agua y cuando viene el déficit hídrico los pastos se secan, se quiebran y se vuelan, por lo que los campos se autolimpian”.
“Nuestra propuesta consiste en cerrar un 10% del campo en la primavera –meses de octubre y noviembre–, y utilizarlos en la estación más variable del punto de vista de crecimiento del pasto, que es el verano, en los meses de diciembre, enero y febrero”, dijo Pereira. A través de observaciones y monitoreos, “podemos llegar a tener 5 centímetros de pasto y cerrando el o los potreros durante 2 meses, llegaríamos al 1º de diciembre con una altura entre 9 y 11 centímetros, lo que sería entre 2.500 y 2.700 kilos de pasto”.
Esto permitiría en el verano, “poner a salvaguarda el 60% del rodeo típico de cría del basalto, o el 30% del stock. Esto representa que cada productor pueda construir su propio seguro de producción, frente a eventos de déficit hídrico”.
“Ese mismo 10% de campos que cerramos” explica el profesional sanducero, “que pueden ser uno o dos potreros, los volvemos a cerrar en el otoño, para juntar pasto para la crisis que siempre viene en el invierno”.

TODOS LOS AÑOS
Ante la consulta si este proceso es conveniente hacerlo todos los años, el técnico entiende que “sí, a pesar de que habrá oportunidades en que no se les sacará el jugo como sucede en los años de sequía”.
Pereira Machín explica que “si cerramos un potrero ahora y tal vez no venga el déficit hídrico, ahí tendremos que priorizar los potreros duros de lado, para cargar el ganado en donde se produjo acumulación de pasto”.
Aclaró que la carga “tiene que estar ajustada, y hacemos un cierre de primavera, que a su vez favorece la semillazón de las especies de invierno”. Recordó que “nuestros padres y abuelos siempre decían que se solía dejar un potrero para que las especies semillaran en invierno, lo que es un seguro de producción frente a la sequía, por lo que estamos retomando una idea que solían hacer nuestros antepasados y que lamentablemente hoy no se hace”.

HERRAMIENTAS UTILIZADAS
El técnico precisó que para llegar a esta conclusión fueron utilizadas dos herramientas, que son el monitoreo satelital que “permite conocer el crecimiento de las pasturas casi en tiempo real y con retroactividad 18 años para atrás”, y a su vez, utilizar un modelo que simula como es el desempeño del ganado previendo un determinado clima para el trimestre futuro, y como se comporta el crecimiento del pasto”. De esta maneras “se pueden realizar experimentos virtuales, sin tener la necesidad de hacerlo con el campo o probar con los productores”.
Usando esas dos herramientas que Pereira entiende “son importantísimas”, es que se puede elaborar ese protocolo. Además, de la observación que se hace de productores que “ya lo están haciendo y les permitió pasar muy bien este fenómeno de estrés hídrico que vivimos en el verano”.

PREOCUPACIÓN
Ante los hechos sucedidos en el Este del departamento de Paysandú y fundamentalmente en la zona de Cuchilla del Fuego, en donde murieron centenares de cabezas de ganado por mal manejo de productores, la preocupación desde el Plan Agropecuario es ver que podemos estar haciendo mal nosotros, que a algunas personas no les llega el mensaje que transmitimos”.
“De ahí que presentamos estas propuestas, que son de muy bajo costo, de muy sencilla instrumentación y que pueden impactar mucho en momentos de déficit hídrico para que no desemboquen en crisis forrajera”, evaluó.
Explicó que “si bien esta sequía fue como muchas otras, tuvo una diferencia y fue que la medida más tomada por la gente fue el ajuste de la carga, porque los precios no bajaron como en otras secas”. Apuntó que “tenemos monitoreados predios en donde el ganado se comió todo el pasto en la primavera pasada, pero tomaron medidas tempranas a principio del verano, que lograron acomodar el recado sobre la marcha y no sufrieron tanto a la entrada del invierno”, dijo.

TASAS DE CRECIMIENTO
Pereira manifestó que las tasas de crecimiento de pasturas que fueron recibidas en la semana, “manifiestan que en términos promedio, el basalto creció un 10% por encima del promedio de los últimos 18 años, lo que significa que en los últimos tres meses tuvimos en el basalto tasas de crecimiento por encima del promedio”. Fue claro al precisar que “si bien en el invierno crece muy poco el pasto, que el crecimiento sea del 10% se nota bastante poco”. Indicó que los campos “empezaron a moverse a mediados de agosto, pero faltaba sol y un poco de calor. Pero ahora sí arrancaron los campos a pesar de que no se nota una gran cantidad de pasto. Ese crecimiento está siendo comido por los animales, y ahora se puede apreciar en potreros descansados o que están sin pastoreo”.
De todas maneras fue claro al manifestar que los anuncios “para adelante son alentadores, porque la temperatura ya está aumentando y se aguarda que las precipitaciones continúen durante toda la primavera”.