Solicitada

Las palabras poco felices e igualmente ofensivas de la Directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo (IMM) en ocasión de convocar o invitar a una feria de promoción de salud sexual y reproductiva nos interpela respecto a la tolerancia, pluralidad, y laicidad que un día sí y otro también desde diferentes organismos del Estado (esto es representantes oficiales y responsables de la construcción de ciudadanía) se levantan cual pilares inamovibles de la democracia.
Por si acaso mandar a ubicar a los rosarios donde sea de tan poca femenina manera (aun invocando a los órganos reproductivos de las mujeres) se ubica en las antípodas de cualquier símbolo de aceptación del otro.
Pero además el mandato irreverente es hacia los católicos, comunidad religiosa que reza y adora el rosario. Por lo tanto no me voy a ocupar de otra religión, creencia o secta que pueda interferir con los programas de la IMM en materia de derechos sexuales y reproductivos. Es claro que, apuntando a la mirada sesgada y negativa hacia la Iglesia Católica que se suele tener, deja en claro que se desconoce que la misma hace tiempo viene adaptando sus palabras y sus acciones a un mundo que ya no acepta dogmas cerrados ni profecías terribles ni castigos capitales ni anda cazando brujas respecto a qué deciden las personas con su sexualidad y la descendencia que desean tener. El Sumo Pontífice ha dado muchos y variados mensajes de apertura expresándose permanentemente a favor de la paz, reclamando la mirada al otro, la condescendencia con el diferente y redireccionando el ejercicio de la fe aún en escenarios no tan convencionales.
Hay algo más preocupante en el lenguaje que descalifica a los católicos: es ignorar las obras múltiples y diversas que se llevan a cabo, solo considerando la capital del país. Los católicos dan comida en iglesias y parroquias, fundan y coadministran CAIF y guarderías, sostienen merenderos a pura voluntad, principalmente en las zonas más carenciadas, tienen campos deportivos, trabajan con adictos, brindan educación de calidad en todos los niveles otorgando becas para los que no pueden pagar un colegio privado, están llevando a cabo ejemplares proyectos de excelencia en educación secundaria privada gratuita como los liceos Jubilar, Impulso y Providencia, y aunque no impartan educación religiosa los liceos Espigas y Tres Pinos y Francisco (en nuestra ciudad), sabemos que la formación que adquieren los encamina a una vida de principios y valores cristianos. Se acondiciona ropa y se entrega en impecables condiciones a quien la solicita, brindan apoyo, cuidados y consuelo en hospitales y sanatorios y nunca cierran una puerta de un centro a quien llama a ella.
Los colegios privados de Montevideo tienen en el programa de educación secundaria al finalizar el segundo ciclo dentro de las asignaturas curriculares brindar sus horas solidarias a algún proyecto social como Techo (para mi país). La Iglesia Católica tiene al menos 11 residencias para estudiantes del Interior como Conventuales (y para estudiantes del exterior también) o Sagrada Familia o Hijas de María Inmaculada ante la escasez de ofertas de Bienestar Estudiantil dependiente de la Universidad de la República (y lean al rector Roberto Markarian al respecto).
Sin duda debe haber muchas otras actividades menos conocidas o no tan masivas pero igualmente importantes que llevan a cabo los católicos uruguayos. Si se dejara de prestar estas ayudas el Estado uruguayo no sobrevive más de un año. Si no estuviera Techo, Pérez Scremini, Teletón, Damas Rosadas, Biblioteca Nuestros Hijos, la vida sería mucho más dura para miles de compatriotas. Y muchos de los que sostienen estas organizaciones, asociaciones y fundaciones o simplemente grupos de la comunidad católica tienen menos de lo que dan. Y no sé si nombrar al Padre Cacho y a Perico Pérez Aguirre es ser ilustrativa del compromiso desinteresado y en un solo sentido: el amor al prójimo.
La fuerza política que la Sra. Goyeneche representa no solo llegó al gobierno en tres períodos consecutivos con los votos de los agnósticos, ateos descreídos, marxistas y materialistas. Entre los católicos también nos contamos personas de izquierda y como ella no estuvo en la génesis de esta coalición tan diversa y prometedora de consenso (al decir cual reclamo ineludible del general Seregni) como lo fue en el 71, no debe saber que el PDC fue uno de sus partidos fundacionales. Al parecer la idea ahora es bastante menos conciliadora que entonces.
Sin embargo, pues toda defensa tiene su correlato, hay mensajes simbólicos que una parte de la izquierda tiene que ir analizando si no quiere seguir dejando de lado la unidad de los ciudadanos afines a la defensa de los derechos humanos cuando nos enfrentamos unos a otros tan penosamente. Omar Gutiérrez (tercer candidato a intendente por el FA en las elecciones municipales del 2010) fue despedido en el cementerio de la república de San José por el sacerdote Juan Verde (conocido como “el gordo verde”). La abogada María Josefina Plá recientemente asumió la presidencia de la Institución Nacional de Derechos Humanos hasta setiembre de 2019. Plá fue fundadora del Servicio de Paz y Justicia de Uruguay y su historia (contada por ella) es de fe religiosa y entrega hacia el otro. Como dicen, andá llevando.
*** “Menos rosarios en los ovarios y más salud sexual y reproductiva en serio: Este viernes test rápido de VIH gratuito en la IM. Y también repartimos preservativos masculinos y femeninos”, eso twitteó la directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche. El mensaje incluía un link al sitio oficial de la intendencia. Graciela Ruth Paz