Surgen voces en contra del reglamento que permita habilitar carreras de galgos

El diputado Walter Verri y Laura Milán, vocera de la Asociación Protectora de Animales y plantas Queguay-Charrúa, buscar aunar esfuerzos, cada uno desde su ámbito, para que se prohíban a nivel nacional las carreras de galgos, “por todo lo oscuro que se mueve por detrás de la carrera, que puede ser vistosa, pero no se toman en cuenta varios puntos, tales como el maltrato que existe sobre el animal y, por supuesto, la clandestinidad de las apuestas”.
En Paysandú este tipo de eventos está prohibido, lo que no significaría que no se realicen. Sin embargo, hay otros departamentos, como el cercano caso de Fray Bentos, donde incluso se han construido –por parte de la Intendencia– espacios para tal fin, fomentado por un decreto departamental.
Respecto a la Cámara de Diputados, Verri indicó a EL TELEGRAFO que “este año como presidente de la Comisión de Bienestar Animal hemos estudiado dos proyectos de ley con similitudes, que son del diputado Cossia, suplente de Rodrigo Goñi del Partido Nacional, y uno mío, en los cuales pretendemos que se establezca por la ley la prohibición de la carreras de perros”.
Los proyectos están siendo tratados, “fueron analizados a profundidad, se consultó a la cátedra de Veterinaria y la Asociación de Clínicas de veterinarios de pequeños animales, pasaron varias personas que están a favor de la actividad y se han escuchado a todas las sociedades que están en contra, algunas de ellas incluso están juntando firmas para ser entregadas a la brevedad”, indicó.
Verri agregó que “lamentablemente, cuando ya estaríamos próximos a votar, el Frente Amplio ha dicho que no está de acuerdo con prohibir y que están analizando en la Bancada -porque no todos los integrantes están de acuerdo- la presentación de un proyecto de ley de regulación de las carreras de perros. Lo que para nuestro juicio es un retroceso”.
Teniendo en cuenta, dijo, que Argentina las prohibió por ley en diciembre de 2016, “la cercanía hacía prever que los galgueros argentinos terminaron compitiendo en Uruguay, y hoy tenemos una invasión. No solo por los riesgos que implica, la carrrera en sí, sino el riesgo de enfermedades que un perro pueda traer porque la mayoría ingresan al país de contrabando, es decir escondidos, sin controles veterinarios adecuados, y que, si Uruguay reglamenta estas carreras, puedan ir quedándose en el país”, dijo el diputado.

Caballos sí, perros no

Ante la consulta de por qué sí se permiten las carreras de caballos pero las de perros no, Verri señaló que existen diferencias. “Las carreras de caballos están consideradas como un deporte, incluso compiten en las Olimpíadas, y las de perros no, porque el hombre no tiene ninguna participación más que el entrenamiento. Sobre el caballo sí, hay un jinete. Lo que no quiere decir que no exista el maltrato ahí. Pero tienen muchísimos años en desarrollo y una regulación que hoy es aceptada en todo el mundo. Seguramente que si el relacionamiento entre el hombre y los animales continúa avanzando, se revea eso. Pero hoy no está impuesto eso en la sociedad”.
Sin embargo las carreras de perros “es un tema que se viene imponiendo en una gran cantidad de países. Y vemos que Uruguay, que ha sido siempre pionero en tener prohiciones, como por ejemplo la prohibición de las corridas de toro, del gobierno de Batlle, el tiro al blanco con la paloma, etcétera, se debería apuntar a dar ejemplo”, dijo Verri. Un galgo de carrera, apuntó, “tiene una vida útil de 2 años como carrerista y 3 años de vida debido a la crueldad de su entrenamiento y el dopaje que recibe, sumamente dañino, sumado al descarte que sufren cuando ya no sirven para correr”.

Totalmente en contra

“Nuestro Estado ha sido omiso en cuanto a lo que sean leyes de protección animal y el bienestar animal por años”, enfatizó la animalista Laura Milán. “Así tenemos abandonos de animales, superpoblación de canes por todos lados porque nunca se hizo una política para castrar desde el mismo Estado. Y las protectoras que estamos trabajando de verdad con esto, estamos desbordadas”, agregó.
Las carreras de galgos “traen como consecuencia el abandono, el descarte, del que hacía mención el diputado, y las protectoras se hacen cargo; por eso insisto en que hay un tema de Estado”. Milán advirtió que “después salimos al grito a plantear soluciones mágicas, que realmente no dan resultado, porque detrás de esto es que además de maltrato, como el caso de los galgos; porque es mentira cuando los dueños salen a decir que los aman con locura y los acuestan a la cama con ellos”.
“El animal recibe productos químicos, el entrenamiento es cruel, atándolos a camionetas o motos y haciéndolos correr a velocidades impresionantes, porque el galgo es un perro que tiene la desgracia (cuando debiera ser una virtud) de correr un poco más rápido que los otros”, señaló.
Lo que se pretende regulando las carreras de galgos “es una anarquía”. El diputado Alfredo Fratti, “que fue quién maltrató a las tres animalistas que fueron a hablar del tema y a presentarle las firmas recogidas, les dijo que quieren regular para que cada departamento tome su propia ordenanza. Eso no es hacerse cargo del problema y sus connotaciones, en realidad es lavarse las manos”, dijo.
El galguista que no pueda correr en Paysandú, “igual va a tener su perro, lo va a entrenar y lo va a llevar a otro departamento donde no se prohíba”, sostuvo.
“Queremos que se tome consciencia que es un problema de sensibilidad, mucho, pero también de sanidad. Se maneja todo por arriba y muy banalmente. Si llegan a regularse, después de esto viene la solución con los perros callejeros que es la perrera, que ya lo están hablando en la Facultad de Veterinaria, que le hizo un informe a la Cotryba, que es otra comisión sumamente inoperante, donde se propone levantar los perros de la calle, darlos en adopción, cosa que es sumamente difícil, o sino proceder a la eutanasia”, señaló Milán.