Turismo y desarrollo regional

“Hoy, los turistas, incluidos los de lujo, buscan experiencias que muestren identidades”, dijo la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, al anunciar un calendario regional de eventos que se desarrollarán en el último cuatrimestre en un conjunto de localidades uruguayas y argentinas de Entre Ríos, Soriano y Río Negro.
Y le asiste la razón. El turismo de experiencias está en auge en el mundo, quizás por la necesidad de ampliar horizontes y sentirse parte de un modo de vida, una cultura o un paisaje diferentes aunque sea por un rato, integrar lo vivido a la experiencia vital propia y sumar disfrute y conocimiento.
Las localidades de ambas márgenes del río Uruguay tenemos mucho más en común de lo que a veces nos imaginamos y, por supuesto, muchísimo más en común que con otros coterráneos de zonas más alejadas de cada uno de los países. El río aporta una identidad común y el devenir del tiempo y sus contingencias también nos han otorgado una historia compartida desde la cercanía territorial.
Esto hace que los intereses de nuestras ciudades y pueblos tengan puntos de contacto y que lo que una y otra orilla tiene para ofrecer al turismo también los tengan. “Somos, el uruguayo y el argentino, dos pueblos hermanos. Tenemos por delante el enorme desafío de seguir profundizando la integración en un mundo que parece cada vez más atomizado”, dijo la ministra de Turismo, quien también recordó que el año pasado, 2,6 millones de turistas argentinos arribaron a Uruguay y que, a la vez, nuestro país es el principal cliente de la provincia de Buenos Aires.
En este sentido, la iniciativa promovida por la Mesa de Integración Regional, que reúne a las intendencias de Soriano y Río Negro, a instituciones comerciales e industriales de Uruguay y a entidades públicas y privadas del sector turístico de las localidades argentinas de Gualeguaychú, Pueblo Belgrano y Villa Paranacito (Provincia de Entre Ríos), no sólo es bienvenida sino necesaria y marca un camino que deberíamos seguir también en otras localidades del litoral, entre ellas nuestro Departamento.
De acuerdo a lo informado, el objetivo de la Mesa de Integración Regional es canalizar acciones conjuntas para ampliar y profundizar los lazos que históricamente han existido entre ambas orillas, además de incentivar el desarrollo de la región.
En este sentido, las organizaciones participantes acordaron generar una agenda de eventos que incluya las festividades más destacadas de cada una de las localidades, que serán difundidas en ambos países. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Embajada Argentina y la Comisión Administradora del Río Uruguay, que en determinadas fechas que se correspondan a eventos específicos, la CARU exonerará el cobro del peaje en los puentes internacionales sobre el río Uruguay.
Contar con una agenda de eventos turísticos en común a nivel regional es algo que desde este espacio venimos advirtiendo desde hace tiempo como algo necesario y provechoso para el desarrollo regional.
Algunas coordinaciones y acciones conjuntas se han venido desarrollando en el último tiempo al interior del Corredor Pájaros Pintados -que comprende varios departamentos del litoral uruguayo del río Uruguay- y ahora, la experiencia que encara la referida Mesa de Integración Regional abre nuevas perspectivas que es de esperar cuenten con la sinergia necesaria a nivel de los diferentes organismos de uno y otro país que generalmente deben intervenir para concretar y efectivizar acciones de integración regional.
En Paysandú se han promovido y realizado experiencias de capacitaciones o eventos que involucran a actores turísticos y culturales uruguayos y argentinos, pero también sería interesante contar espacios de formalización de iniciativas a mediano y largo plazo.
En este sentido, es necesario recordar que han surgido interesantes iniciativas de regionalización y territorialización del turismo que, hasta el momento no se han podido concretar. Una de ellas es la creación de un parque binacional del río Uruguay, tema que sería importante replantear en el contexto actual.
La propuesta apuntaba a con un parque binacional que comprendiera las islas y costas del río Uruguay en la zona que va desde el Parque Nacional Palmar, en Argentina, hasta las proximidades de Casa Blanca. Se promovía el mismo para la conservación de la biodiversidad, protección de la fauna, flora, los hábitats y recursos culturales de la región amenazados por la producción ecológicamente no sustentable, colaborar con el mantenimiento de la calidad de las aguas y generar condiciones para el desarrollo del ecoturismo y la educación ambiental.
La idea promovida tanto por actores públicos y privados de Colón y Paysandú desde fines de la década del 90 fue recogida en diferentes proyectos e informes que realzaban la importancia de un proyecto de un parque binacional representativo de paisajes nativos en peligro de desaparición y proponían la conservación de ecosistemas de palmar y monte ribereño, así como el desarrollo sustentable de las riquezas naturales e históricas del río Uruguay como corredor biológico de gran importancia en la región. También se incluyó una mirada hacia la importancia cultural del entorno desde la época de los asentamientos indígenas, el artiguismo, el apogeo del litoral moderno de fines del siglo XIX, los consiguientes proyectos de colonización agrícola, el desarrollo agroindustrial en torno a la industria cárnica y demás procesos histórico culturales que han marcado una identidad litoraleña hasta la actualidad.
En tanto proyectos de más largo aliento como el antes señalado puedan concretarse, sería importante que toda esta región del litoral uruguayo argentino pueda avanzar en cosas mínimas pero necesarias, como una agenda común de festividades turísticas y culturales. En ese sentido Paysandú tiene mucho que aportar, especialmente por ser el departamento que desarrolla mayor cantidad de fiestas populares en el ahora denominado Corredor de los Pájaros Pintados.
Las fiestas populares son un gran atractivo cultural y turístico en nuestro país que movilizan cada año más de 2 millones de personas, según datos del Ministerio de Educación y Cultura.
El turismo cultural es una herramienta que contribuye a consolidar lazos comunes a una ciudad o pueblo, garantizando permanencia de valores, identidad y tradiciones, lo que redunda en un beneficio económico para la comunidad y, si es bien gestionado, en la sostenibilidad del patrimonio.
Una agenda común de festividades y actividades turístico-culturales entre los departamentos uruguayos litoraleños y la provincia de Entre Ríos puede ser un buen comienzo para la concreción de sinergias locales y regionales y la apertura hacia un público ávido de experiencias. Y, a la vez, un paso hacia la consolidación de la integración regional y el desarrollo territorial.