Denuncia por presunto abuso sexual a niña de 4 años en escuela

Los padres de una pequeña de 4 años denunciaron ante la policía y las autoridades de Primaria que su hija fue víctima de abuso sexual por parte de un alumno mayor y que ésta no sería la única víctima. La situación está en conocimiento de la inspectora departamental, Liliana Pereira, que indicó a EL TELEGRAFO “que se está trabajando” a nivel institucional; es decir con apoyo de sicólogos que concurren diariamente al centro educativo.
La menor, quien cursa la sala de preescolar en una escuela de tiempo completo, llegó a su casa y le contó a su madre, con temor y palabras cortadas, que había pasado “algo malo”. Antes de romper en llanto, la pequeña –según confió su padre a este medio– dijo que un compañero (a quien nombró) había entrado al baño “de las nenas”, le bajó la ropa y la tocó en sus partes íntimas. Si bien en principio dijo que eso le había pasado a una amiguita, cuando notó que su madre estaba llamando a la mamá de la otra niña, comenzó a llorar y a decirle que no lo hiciera porque le había pasado a ella.
Contando con esos datos, los padres de la niña se dirigieron a la escuela y solicitaron hablar con la directora. “Nos dijo que era una niña que fabulaba, que estaba creando fantasías”, dijo su padre. “¿De dónde mi hija va a sacar ese relato? ¿De dónde lo va a inventar?”, se preguntó con la voz entrecortada.
Además, “ese niño que hoy tiene 10 años, hace unos años hizo lo mismo en la misma escuela”. La directora “nos llegó a decir que nosotros estábamos discriminándolo porque es pobre y morocho. Una verdadera locura”, acotó.

EL BAÑO TAPADO

Que la menor haya ido al mismo baño que alumnos más grandes se debió a que el de preescolar –que está dentro del salón–, “está tapado y lo tienen clausurado”, dijo el denunciante. “Primaria tiene sanitarios, podrían haberlo arreglado. Pero no. Hace tiempo que está así. Por eso los chiquitos están saliendo al mismo recreo que los demás y usan el mismo baño que los más grandes”, sostuvo.
La denuncia fue radicada en la Comisaría sobre cuya jurisdicción está la escuela, “porque en la escuela no nos dieron el interés que esto requiere”. “Fui a consultar a la comisaría cómo podía hacer para dejar asentado esto que pasó y me recomendaron que denunciara, porque el caso es grave”, sostuvo el padre de la menor.
“Al otro día que fui a la Inspección departamental, un grupo de personas vino directo a la escuela, es decir que sí tomaron el caso en serio”, dijo marcando la diferencia con lo que le pasó al hablar con la directora del centro educativo. “En una reunión de comisión de padres, no tocó el tema. Y cuando un padre le preguntó qué pasaba con lo de mi hija, llegó a decir que se estaba ante una cacería de brujas”, continuó.
La menor sigue asistiendo a la escuela, ya que al estar el grupo de sicológos presentes, “van acercándose a ella y otros alumnos para lograr su confianza y saber más del caso”. Por su parte, “la vio el pediatra como mandaron desde Fiscalía y por suerte descartó que tuviera alguna lesión. Ahora tiene fecha para el sicólogo”, dijo el padre denunciante.
La situación generada ha tomado por sorpresa a las familias que llevan sus hijos al citado centro educativo, en una localidad pequeña (con algo más de 500 habitantes) “donde todos nos conocemos”, agregó el hombre.
Nota de Redacción: Debido a la seriedad de la denuncia y que afecta directamente a menores, EL TELEGRAFO se reserva de dar todo tipo de información que pueda señalar a la institución en cuestión, o identificar directa o indirectamente a las personas involucradas.