La cancha del Centenario quedó destruida

El recital de Roger Waters llevado a cabo el pasado fin de semana en el Estadio Centenario dejó la cancha en pésimas condiciones, sobre todo en el sector de la Tribuna Ámsterdam, donde se levantó el escenario, y se trabaja a contrarreloj para intentar dejarlo de la mejor manera posible de cara al clásico del domingo, cuando se juegue lo que para Nacional será una semifinal y para Peñarol la final del Campeonato Uruguayo.
“La cancha quedó deteriorada, sobre todo en la parte de la Ámsterdam, y se trabajará hasta el domingo al mediodía para dejarla en las mejores condiciones posible”, dijo el director de CAFO, Mario Romano, al ser consultado por EL TELEGRAFO.
“Se rastrilló todo, se va a airear y cortar el césped varias veces. Confiamos que el sol haga crecer todos los días un poquito, y seguramente se cambiará algún pan para darle firmeza a la zona”, agregó.
Romano remarcó que “lamentablemente la casualidad llevó a que el partido fuera una semana después del recital y no al menos dos semanas después, porque en ese caso no habría ningún problema”.
El Estadio Centenario, luego de que Peñarol construyó su estadio y Nacional comenzó a usar y reformar el suyo, ha quedado relegado y la sensible merma en los ingresos ha llevado a que CAFO debiera incluso reducir la cantidad de personal. Por eso, el recibir este tipo de espectáculos internacionales le permite tomar una bocanada importante de oxígeno.
“Fueron muchos muy buenos dólares”, dijo Romano al respecto.
Tanto, que con lo que se cobró por el Estadio Centenario para el recital del músico británico, se cubren dos meses de presupuesto.
El presidente de CAFO, Enrique Baldrich, dijo que por el clásico ingresará menos del 20 por ciento del dinero que entró por la presencia de Roger Waters.
Ayer, la imagen aérea tomada por el fotógrafo de Peñarol Juan Razquín mostró cuál es la realidad del campo de juego del Centenario.