Quedó pendiente por un plazo de hasta 180 días el remate de la planta de Coleque, según la solicitud de República Afisa, principal acreedor de la desaparecida industria láctea de Quebracho por unos dos millones de dólares.
La subasta pública estaba prevista para ayer en el primer piso del Juzgado, pero -según trascendió- al menos tres ofertas se habían presentado al llamado de interés realizado por Afisa, entre ellos la Intendencia de Paysandú, por lo que se tomarán un período para analizar más detenidamente las ofertas.
Si bien no se conocen los detalles, se sabe que el predio a rematar, con sus mejoras, tiene una tasación oficial por parte del Instituto Nacional de Colonización de unos 200.000 dólares, por lo que seguramente las ofertas privadas y la realizada por la IDP deben rondar esa cifra, aunque en este caso incluía una financiación de unos 5 años para el pago, lo que se sabía desde que es necesaria la anuencia especial de la Junta Departamental. De todas maneras, una vez finalizado el análisis de la acreedora, igual deberá realizarse el remate.
Según dijo a EL TELEGRAFO el martillero Javier Jolochin -quien tenía adjudicado el remate judicial- aunque haya un acuerdo privado de cesión de los créditos (derechos de la deuda) entre República Afisa y el posible comprador, la titularidad del inmueble no se puede concretar hasta que sea negociado en un remate, lo que habilita el posterior registro y escrituración del bien a nombre del comprador, ya que si no está escriturado no puede dividirse en padrones ni venderse a terceros.
Por otra parte, el rematador explicó que lo que hubo fue una suspensión sin plazo, ya que la posibilidad de posponerlo por un plazo determinado no está prevista en las normas, por lo que la acreedora podrá solicitar el remate en cualquier momento.