Comité exigió traslado de evacuados que se habían refugiado en el parque

Dos hombres que se habían refugiado en los derruidos baños del Parque Municipal fueron desalojados por la Policía a pedido del Comité Departamental de Emergencia y llevados al liceo 1, junto con otros evacuados, todos hombres, tras la viralización en las redes sociales de un video que muestra el lugar y la situación en que vivían.
Los hombres, que en el video el protagonista dice que son amigos sin vínculo familiar, se refugiaron en ese lugar no apropiado para residencia, cuando sus familias se autoevacuaron y fueron a viviendas de familiares.
Ahí pasaron en condiciones paupérrimas algunos días, hasta que el jueves 24 la Inspectoría de Control Territorial de la Unidad de Ordenamiento Territorial del Departamento de Obras realizó una inspección y completó un Acta de Constatación.
En la víspera, alrededor de las 17, Marco García, presidente del Comité Departamental de Emergencia, radicó denuncia policial y comunicó a Asesoría Letrada la posibilidad de tener que judicializar el caso. Empero eso no fue necesario ya que a las 18.10, cuando cuatro agentes de policía se hicieron presentes en el lugar, los dos hombres procedieron a retirar sus pertenencias y a acatar la orden de desalojo. Los derruidos baños del Parque Municipal no tienen siquiera agua, la que les era provista por vecinos del lugar.

“Se demoró mucho en actuar”

Las ediles departamentales Gabriela Gómez y Guadalupe Caballero aseguraron que “actuaron porque vieron que nosotros estábamos al tanto de la situación e incluso hablamos con uno de los dos hombres”.
“Fue el domingo 21 cuando en una recorrida por el parque apreciamos que estaban fuera de la construcción prácticamente derrumbada tomando mate. Nos pareció muy extraño y comenzamos a averiguar, especialmente tomando en cuenta la situación sanitaria de esas personas”.
Pero “pasaron seis días hasta que el Comité se dignara tomar cartas en el tema y hacer retirar a esos hombres, llevarlos a un centro controlado, donde no solamente se los pudiera alimentar sino también ser controlados por un médico”, aseguraron Gómez y Caballero.
“Para nosotras hay un poco de desidia, no se toman los problemas de la gente en serio”, resumieron.