El intendente Guilllermo Caraballo confirmó a las familias que tras las obras de recuperación del barrio Solari-Gamundi tuvieron inconvenientes ante lluvias intensas, con inundaciones repentinas en sus hogares que antes no sufrían, que se harán las obras necesarias para solucionar esos problemas.
“La obra benefició prácticamente a todos los vecinos, porque nadie hace obras para perjudicar a la gente, pero hubieron algunos casos que por diferentes razones ante las lluvias extraordinarias que sucedieron, tuvieron problemas” dijo Caraballo. “Podríamos discutir si son consecuencia de la obra o no, pero decidimos trabajar y ejecutar una obra complementaria que solucione esta situación”, subrayó.
El director general de Obras, Marcelo Romero, confirmó a los vecinos que la solución técnica planteada es la misma que le fuera comentado a EL TELEGRAFO días antes.
Los trabajos, orientados a evitar anegamientos, demandarán cerca de un mes y “se realizarán en acuerdo con las familias afectadas e incluirán la instalación de una segunda línea de desagüe frente a las viviendas que han tenido problemas”.
Caraballo aseguró que “el gobierno (departamental) decidió invertir casi 60 millones de pesos en urbanizar el barrio Solari-Gamundi compuesto por unas 250 viviendas. Hicimos cordón cuneta, calles en carpeta asfáltica, veredas con accesibilidad, señalización para el tránsito, entubamiento para el curso de La Curtiembre, buscando, dentro de otros objetivos solucionar los problemas de anegamiento de agua que se generaban desde hace décadas”.
No obstante, tras inaugurarse las obras, viviendas ubicadas al Este de la intersección de Rodríguez Nolla y Ayacucho, sufrieron inundaciones repentinas que antes de las obras no las afectaban.