Un informe proporcionado por la Intendencia de Paysandú en el marco de lo exigido por la ley 18.381 de acceso a la información pública, “deja en evidencia que no puede cumplir con el contralor de la calidad del aire en la zona industrial, aunque por contrato se comprometió a ello cuando firmó el convenio de compra y venta del predio donde por décadas estuvo ubicada Paylana”.
Así subrayó el edil José Pedro Illia, del Partido Nacional, a quien el Ejecutivo le respondió un pedido de informes que realizara dentro del marco legal. “Resulta que el 26 de diciembre de 2016, en el artículo 7 del convenio entre la Intendencia y el Fondes Inacoop, la Administración Caraballo acepta que será “obligación por parte de la Intendencia de realizar periódicos monitoreos de la calidad del aire”.
Pero en la respuesta al pedido de informes “queda claro que el último monitoreo de calidad de aire en el sitio mencionado (es decir donde estuvo Paylana) se hizo en junio de 2010”, dijo Illia. “Pero no es lo realmente preocupante, lo que viene es peor”, advirtió. Aseguró que “se informó que al inicio de esta Administración los tres equipos encargados del monitoreo de la calidad de aire se encontraban fuera de uso y en pésimas condiciones de limpieza y mantenimiento”.
“la Administración Caraballo aseguró que ‘paulatinamente se fueron recuperando, ya sea desde su reparación hasta su calibración y puesta en funcionamiento’”. Illia destacó que “leído así uno piensa que ahora están operativos y cumpliendo a pleno su función. Pero, vaya casualidad -y mala suerte, sin dudas- porque agrega el informe que ‘a la fecha el equipo afectado a la zona de las instalaciones que nos ocupa, se extrajo para su limpieza y se intentó calibrar, pero el motor no funcionó. Por lo tanto, se mandó a revisar y se encuentra en proceso el rebobinado del motor’”.
El edil departamental dijo sentirse “preocupado y sorprendido” porque “si hay otros dos equipos supuestamente puestos a nuevo, por qué no usar uno de esos para -por un lado- cumplir con el compromiso firmado y por otro para asegurar a los vecinos que ya viven en la zona industrial, con énfasis en el área circundante a Paycueros, y a quienes construirán sus viviendas en un futuro allí, que no van a vivir en un lugar en el que con el paso de los años se deteriore su salud”.
“No estoy contra Paycueros ni nada que se parezca, pero si hay un lugar donde se debe controlar la calidad del aire -entre otras cosas- es frente a una curtiembre. No podemos pecar de ingenuos y mucho menos no hacer frente al compromiso que asumimos como gobernantes”, subrayó Illia.
Allí “habrá viviendas, espacios educativos, espacios de salud. Pero resulta que lo firmado por las autoridades no condice con la realidad. Dice que hará controles ambientales que no puede -quiero creer- hacer. Me parece que es un tema muy complejo y difícil como para tomarlo a la ligera. Estamos hablando del futuro de cientos de personas, que con el tiempo -porque son enfermedades que se manifiestan bastante después- pueden vivir ellos o sus familiares, situaciones de salud que como consecuencia de la falta de controles resulten graves e incluso fatales. Queremos viviendas y queremos vida. La intendencia se comprometió a controlar la calidad del aire en esa zona industrial. Solo tiene una cosa que hacer. Cumplir”.
