En medio de evidente enfrentamiento entre intendencia y alcalde, rehabilitaron piscinas públicas en Piedras Coloradas

“No puedo, me duele la garganta”, dijo Jorge Giossa el alcalde de Piedras Coloradas, al rechazar el ofrecimiento de Liliana Geninazza, directora de Descentralización para hacer uso de la palabra, en la rehabilitación de las dos piscinas del complejo municipal.
Una salida elegante para evitar hablar porque “si lo hacía le iba a decir toda la verdad; si lo único que faltaba era agua. Si desde Piedras Coloradas la escuela, el liceo y nosotros pedimos el agua y OSE nunca respondió .
Tuvo que ir Caraballo al Directorio para que llenaran las piscinas. Ahora vienen a decir que la Intendencia hizo todo, ahora vienen a decir que son los salvadores. ¡Vamos! No podía hablar, iba a decir muchas cosas que ellos no quieren escuchar y que estos gurises no merecían”, dijo Giossa al término del acto, al representante de EL TELEGRAFO.
En ese momento se acercaron al automóvil, que casualmente estaba estacionado cerca del lugar donde estaban conversando el alcalde y EL TELEGRAFO, Mario Díaz, secretario general que está en uso de licencia y Gastón Giles, director de Diálogo con los Vecinos. Se estrecharon la mano y en ese momento Giossa le indicó a este último que la cooperativa social (seis mujeres de Piedras Coloradas) no cumplen su tarea. Giles evitó la respuesta pero justo antes de abrir la puerta del vehículo dijo a Giossa: “Estuviste mal, mal con eso que dijiste en EL TELEGRAFO”.
Giossa siguió luego, con el representante de EL TELEGRAFO. “Estuvieron 70 días para hacer muy poco. No es justo decir que esto es un logro de la Intendencia. Porque la gente no sabe cómo son las cosas. Si nosotros pedíamos la pintura para las piscinas, venía en abril, después de terminada la temporada. Pero como era para ellos todo fue rapidísimo. Eso sí, hicieron que el Municipio mandara el pedido de la pintura, porque la pagamos de nuestro presupuesto. Esa es la verdad”.
También dijo que “tengo seis funcionarios en Servicios y ahora voy a tener que destinar personal permanente porque si dejamos esto solo, en pocos días lo destrozan, rompen bancos, el tejido, hacen cualquier cosa. Hay que cuidarlo, pero eso me deja sin personal para la recolección y otras cosas. Eso también es verdad. Vienen y hablan de que hacen todo. Pero después que se van, quedamos solos, porque no nos entregan ni materiales ni nada. Para la foto todo, después nada”.

“Puso gente y puso plata”

El intendente Guillermo Caraballo concurrió a Piedras Coloradas, en uno de sus últimos actos públicos antes de tomar su licencia reglamentaria anual que comenzará el lunes, acompañado por la secretaria general en ejercicio, Mariela Coiro, los ya nombrados Díaz, Geninazza y Giles, el director general de Obras Marcelo Romero y la responsable de la Unidad de Vivienda, Milka Arguet.
“En el verano, estos gurises van a disfrutar de esto que hemos logrado entre todos, con una fuerte incidencia de la Intendencia, que puso gente y puso plata”, afirmó Caraballo. Elogió el proyecto “diseñado y ejecutado por la Unidad de Vivienda, que se puso al hombro esta tarea, cuyos resultados son para el disfrute de todos”.
Destacó -a diferencia del alcalde- la colaboración de las mujeres que integran la cooperativa social Cospico y “en particular el trabajo de gestión que, desde el comienzo de este proceso, desempeñó el secretario general de la Intendencia, Mario Díaz, por estos días usufructuando licencia médica, quien estuvo arriba del asunto hasta dejarlo encaminado”.

“Trabajo de la Intendencia”

Liliana Geninazza por su parte, destacó “el empeño de un grupo de vecinos y de las fuerzas vivas de la comunidad de Piedras Coloradas en pos de reactivar este espacio de recreación y enseñanza, así como el trabajo de la Unidad de Vivienda, que durante un mes y medio” estuvo abocada a las tareas de remodelación. “Este trabajo de la Intendencia –aseguró- posibilita el pleno ejercicio del derecho de los pobladores de Piedras Coloradas, en particular de los niños, a utilizar estas instalaciones para su recreación y aprendizaje de natación”.
“Nunca más tienen que permitir que esto suceda”, subrayó dirigiéndose a los niños de la escuela 27, que estaban junto a la piscinas, algunos con sus trajes de baños y toallas, listos para disfrutar de las piscinas. Se refería así a los dos años de inactividad y falta de mantenimiento de las piscinas -una para adultos, una para niños- que impidieron su habilitación. “Desde niños debemos saber que tenemos derechos y que estos derechos se defienden”, agregó.

Por encima de las discusiones

Más allá del enfrentamiento “bajo la superficie” entre la intendencia y el municipio, las piscinas quedaron rehabilitadas. Al abandonar el parque municipal, pasadas las 11 de la mañana, se escuchaban nítidas las risas y exclamaciones de alegría de los niños de la escuela 27, de Piedras Coloradas. Estaban nadando, disfrutando. El sol dominaba el cielo.