Faltante de ganado y abigeato motivan una intensa tarea de la Policía rural

Las denuncias recibidas por abigeato por la Policía en todo el país ascendieron en un 11,5%, en comparación con igual período de 2017. Sin embargo, bajó la cantidad de animales involucrados en un 8,3%. Las cifras fueron dadas a conocer por el jefe de Policía de Paysandú, comisario general Luis Mendoza, quien es el delegado por el Ministerio del Interior ante la Comisión Nacional Asesora Honoraria para la Seguridad Rural.
En cuanto al faltante de ganado también hubo una baja en las denuncias, en este caso de un 3,8%, es decir de 1.164 a 1.120; y a su vez descendió la cantidad de animales en un 22,2%, de 10.265 a 7.987.
Las fechas de estudio fueron tomadas del 1º de enero de 2018 al 31 de octubre del mismo año. En comparación con 2017, las denuncias pasaron de 1.343 a 1.498, pero hubo una baja en la cantidad de animales involucrados: de 4.011 a 3.676.
Mendoza dijo que “el trabajo que realizan de prevención y disuasión es un trabajo coordinado”. Por un lado está la Comisión Nacional, donde están representadas instituciones públicas y privadas, que se encarga de recorrer diferentes lugares del país como forma de acercarse a los productores y saber cuál es la problemática que tienen. Por otro lado está el Ministerio del Interior, que dio directivas acerca del patrullaje, que derivaron en la puesta en marcha de los Operativos Gavilán, que se han instalado en diferentes rutas y caminos, como una forma de prevenir y disuadir la actividad delictiva del medio rural.

La policía rural

Cada Jefatura de Policía tiene una Brigada de Seguridad Rural (antigua Bepra), donde la cantidad de policías abocados a esta tarea depende de la extensión territorial y de la problemática específica del lugar. De todas formas, cada comisaría o repartición también colabora en estos operativos.
Respecto a esto, el Jefe de Policía dijo que “el ministerio está apostando hoy a la presencia policial en diferentes lugares, como forma de prevenir tanto el delito urbano como en este caso especial, el delito en el medio rural”.
Mendoza indicó que en el caso de abigeato, como en otros delitos, el elemento probatorio es muy importante y en este caso la utilización del ADN como prueba es esencial. “Cada vez que hay un abigeato se toman muestras de los restos del animal faenado –por policía Científica o personal con curso de seguridad rural– y se conservan adecuadamente”. Si durante el transcurso de la investigación se encuentra otra prueba, estas se comparan y si coinciden pueden ser utilizadas como prueba ante la Fiscalía.
Respecto a la caza de animales en peligro de extinción, el jefe explicó que aún hay personas que van tras las especies no autorizadas, o que no tienen permisos para cazar.
A su vez relacionó este tipo de prácticas con el abigeato, ya que los cazadores ingresan a campos sin autorización y matan animales del establecimiento.