Intendencia usará segunda línea de desagües en la vereda, en lugares muy castigados por las lluvias

Las intensas precipitaciones registradas el domingo, en gran parte del país con registros de carácter extraordinario, tal el caso de Paysandú donde en la estación meteorológica Chalkling midieron 126 mm, generaron dificultades a muchas familias sanduceras.
El intendente Guillermo Caraballo lamentó que “algunos han utilizado políticamente” las desgracias de vecinos sanduceros, en tanto el director general de Obras, Marcelo Romero, reconoció que hay inconvenientes técnicos que deberán ser subsanados en las próximas semanas. Dijo asimismo que se está viviendo “un periodo de lluvias extraordinarias, y a veces no hay previsión ni infraestructura que pueda ser diseñada para soportarlo”.
El edil Alejandro Collace se mostró “sorprendido porque el intendente se atrevió a decir que la oposición es un asco”.

“no es para que la gente tenga problemas”

Caraballo sostuvo que “llovieron 60 milímetros en una hora y media”, refiriéndose a un evento climático que colapsó infraestructuras a nivel de varios departamentos. “Las dificultades asociadas a un fenómeno de estas características –consideró- en muchos casos reflejan deficiencias de infraestructura de larga data y no obedecen a omisión del actual Gobierno Departamental, que viene trabajando en obras de infraestructura que atienden esta problemática”.
Para Caraballo las intensas lluvias no hicieron otra cosa que poner “nuevamente de manifiesto dificultades estructurales de larga data, como el caso de calle Charrúas, cuyo rápido anegamiento genera diversos inconvenientes a los vecinos. Estos registros –indicó- también plantearon problemas en obras que la Intendencia tiene en plena etapa de ejecución, como la urbanización del barrio El Roble –con una inversión de 50 millones de pesos– y la recuperación de calle Entre Ríos, entre Avenida Soriano y Park Way –otros 9 millones de pesos en inversión–. “Uno no invierte estos recursos para que la gente tenga problemas. La obras están en curso y tienen un tiempo de ejecución debido a un tema de planificación financiera”, explicó.
Reconoció también que de las 250 familias beneficiadas por la urbanización de los barrios Solari y Gamundi, siete vivieron tensos momentos al ser anegadas sus viviendas. “Estos vecinos afectados plantean su problema legítimamente, pero algunos lo han utilizado políticamente”.
“No se puede decir que hay una omisión institucional de la Intendencia”, ni tampoco que “hay un desconocimiento de la realidad, dado que desde la intendencia se recorre permanentemente los barrios evaluando y tomando las debidas previsiones”.
“Los vecinos de Paysandú saben que la Intendencia se ocupa de los temas centrales del departamento”, afirmó el intendente, quien además recordó que “ya desde el proyecto inicial de fideicomiso se preveía calles y urbanizaciones cuya ejecución atiende la problemática del escurrimiento de pluviales”.
Adelantó que “se trabajará en previsión y planificación para mitigar algunos asuntos, siempre tomando en consideración que un fenómeno de las características del registrado en las últimas horas, con dimensiones de carácter extraordinario, generan situaciones y dificultades que no pueden atenderse con la inmediatez que reclaman los afectados, al margen de que la Intendencia siempre ha brindado asistencia a la población ante coyunturas de emergencia”.
“Estas prácticas políticas son un asco”, enfatizó Caraballo al referirse a lo que calificó como “uso político que se ha querido dar a algunas situaciones, exponiendo el infortunio de algunas familias”.

Segunda línea de desagüe en la vereda

Marcelo Romero, director general de Obras reconoció los “problemas que se suscitaron en la naciente del arroyo La Curtiembre (Rodríguez Nolla y Ayacucho) y aseguró que “el haber hecho cordón cuneta en la zona actúa con un efecto de represa que hace que ahora ocurra con siete viviendas lo que antes no pasaba, es decir que se inunden”.
Aseguró que “los técnicos han diseñado una solución que para que la población lo entienda tiene una base similar a lo que se aplicó en 18 de Julio, es decir una canaleta en la vereda, que permita el escurrimiento rápido y actúe como desagüe eficaz. Puede ser una canaleta, pueden ser caños, eso está en etapa de definición, pero lo que se necesita es establecer una segunda área de escurrimiento. Hemos visto el problema generado, pero la población –y especialmente el área afectada– debe tener la seguridad que estamos trabajando y que una vez mejore el tiempo y se pueda retomar el trabajo, estaremos cumpliendo con esas tareas”.
“Ahora bien, las obras realizadas –eso también conviene establecerlo– han generado un enorme avance y mejorado sensiblemente el área del Gamundi-Solari. No se puede desconocer eso. Más allá que vamos a respaldar a los vecinos hoy en dificultades”.
Una situación similar se “ha detectado en la obra que llevamos adelante en Entre Ríos, entre Soriano y la Costanera, en la que desde la línea de propiedad al cordón cuneta ocurre el mismo problema. Lo vamos a solucionar de la misma manera, agregando una segunda línea de escurrimiento”.
En el barrio El Roble, “donde están en plena ejecución las obras pudo haber inconvenientes puntuales por no haberse construido todavía las bocas de tormenta y las cañerías instaladas a la nueva conexión. Una vez culminado el trabajo estas situaciones no se repetirán”.
En Enrique Chaplin y 44 Sur, “se están limpiando desagües y cunetas para permitir que el agua depositada se escurra rápidamente y cuando ocurran nuevas precipitaciones no se reitere el inconveniente”.
La Intendencia también trabaja en Proyectada 39 y República de Bolivia, “en un lugar donde ya habíamos iniciado las obras, para lograr que el agua se desplazara y no quedara estancada, un tema que desde hace años vienen sufriendo los vecinos, esa obra no está terminada y esperamos terminarla para evitar que sigan teniendo situaciones como la que viven ahora”, señaló.
Romero indicó que de acuerdo a los acontecimientos climáticos “que se reiteran cada vez con mayor frecuencia, los planes a ejecutar tienen que ser analizados y que estas situaciones estén contempladas en los proyectos técnicos-ejecutivos”.
Estas situaciones provocadas por la intensa lluvia se produjeron en lugares de la ciudad donde nunca habían ocurrido y esto “hace ver la importancia de incorporar en los planes estos elementos a la hora de realizar los proyectos técnicos y las inversiones que deban hacerse para ejecutarlos”.

“acercarse a la gente no es para darle asco”

El edil Alejandro Collace, en tanto, salió al cruce de Guillermo Caraballo y aseguró que “acercarse a la gente para escucharla, grabar en video lo que les ocurre, subirlo a redes sociales, no son prácticas políticas que puedan dar asco. Son actitudes de dirigentes políticos responsables, que respondemos a los gritos desesperados de la gente, que quiere soluciones, que no quiere cháchara, que necesita que sus pocas pertenencias no se pierdan porque de pronto ocurre lo que nunca antes y sus casas se inundan, destruyendo todo”.
Aseguró que “a diferencia del intendente, que solamente encuentra la herramienta del insulto, no tengo problema en reconocer que las obras realizadas en la zona noreste de la ciudad eran muy necesarias”.
Pero también “es cierto que antes, durante y después, los informes técnicos elaborados por ingenieros cercanos al Partido Nacional dejaban en claro que en aspectos puntuales las obras estaban mal planificadas. La Intendencia tiene problemas con eso. Es evidente. Para empezar, (Marcelo) Romero no es un técnico, es una grave falencia del intendente, porque solo tiene un comunicador de lo que cree que la gente quiere escuchar”.
“Entonces, con falta de respeto el intendente me alude e injuria acusándome de cosas que no hice. Para que quede claro, los vecinos me llamaron en el peor momento de la tormenta. Hice lo que tenía que hacer, fui a estar con ellos y ver qué podía hacer para colaborar. No soy una autoridad ejecutiva, pero puedo aportar y es lo que hago. No ahora, desde siempre”, subrayó Collace.
“Pero lo que ocurre no es porque no se lo hayamos indicado, es porque hay imprevisión. En cosas tan elementales como la limpieza de desagües y cunetas, que se tiene que hacer todo el año de manera sistemática”, agregó, aunque subrayó que “es cierto que hay un cambio climático, pero eso no hace más que enfatizar la necesidad de limpieza y de establecer estructuras técnicamente apropiadas”.
“Rechazo profundamente –y me llama poderosamente la atención– que la primera autoridad de este departamento use ese tipo de términos. Porque no parece enojado con quienes nos responsabilizamos y ponemos la cara ante la situación –cosa que él no hizo– sino también con la misma gente que ha hecho los reclamos, sumamente válidos, prioritarios y muy por encima de todo color político”.
“El intendente no escucha, tiene esa soberbia de no querer que la oposición participe de acciones de gobierno como siempre ha ocurrido. En cambio, ha tirado a la basura 5 millones de dólares entre los caminos a La Tentación, el de abajo de Guichón y el camino a Gallinal, los tres totalmente destruidos en menos de un año. No soy insolente y jamás diría que lo que hace el intendente me da asco. Pero sí puedo decir que me siento profundamente molesto porque se tire dinero público en obras que un año después ya no existen. Creo que una buena charla con la almohada a veces es necesaria y productiva”, concluyó Collace.