La emoción se hizo presente un año más en cientos de gurises que vieron llegar a los Reyes Magos a su barrio, quienes generosamente les entregaron regalos y el saludo cordial. Desde 2015, un grupo de vecinos de la zona sureste de la ciudad realiza el clásico desfile de Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes van en una camioneta –porque dejan descansar sus camellos– y colman de alegría a quienes se cruzan por su camino. Lo que comenzó siendo una idea pequeña, de un almacenero de la zona, fue creciendo y el recorrido pudo ser extendido no solo a otras cuadras sino también a otro barrio.
Los Reyes Magos salieron desde Park Way y Solano García hasta ruta 3. Al sonido de la bocina de la camioneta y música, fueron saludando a cada niño y adulto –porque la ilusión no es cuestión de edades– que se acercaba para recibir su regalo. “Ver la emoción en la carita de esos niños que por ahí no entienden por qué no llegaron los Reyes Magos a su casa, es algo que no tiene comparación”, dijo a EL TELEGRAFO una de las integrantes del grupo vecinal.
“Esta movida la empezó un vecino nuestro con su señora y con los años nos fuimos sumando otras personas. Hoy contamos con regalos que nos llegaron hasta de gente de Mercedes, Soriano, y de otros barrios. Se pudo transformar en algo más grande”, comentó quien prefiere el anonimato, porque sin dudas que las grandes obras son aquellas que se hacen de manera anónima.
Luego de llegar a ruta 3, los Reyes Magos retornaron por Park Way hacia el oeste. “Los Reyes pudieron recorrer hasta el final de la avenida, que es la zona donde hay más pobreza en la ciudad. Antes por ahí, se veían atados a que como no había más regalos se terminaba el recorrida en Monte Caseros o una cuadra más. Este año no solo pudieron llegar al final de la avenida, la zona sur, sino a La Chapita y al Vertedero donde no hay muchos niños pero sí mucha necesidad”, comentó.
Asimismo, destacó que la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), que tiene su centro de atención en el Farol Velódromo, “se ha comprometido con la gente de la zona y estuvo colaborando con nosotros con algunos regalos”.
Los regalos, por su parte, “son muchas veces simbólicos”, dijo la vecina entrevistada. “Lo importante es el saludo. Los niños quedan maravillados viendo a los Reyes Magos y fue un ratito de tu tiempo donado para el otro. A veces no nos damos cuenta el valor que un pequeño gesto así puede llegar a tener”, destacó con emoción.
EN LA SALA DE
PEDIATRÍA DEL HEL
La filial Paysandú de la FOEB organizó además una visita a la sala de Pediatría en el Hospital “Luis Galán y Rocha”. Desde La Chapita, donde finalizó la recorrida de los Reyes Magos, se dirigieron hacia el nosocomio donde fueron recibidos con mucha alegría. “Finalizamos a las 15 horas en la plaza que está detrás del Centro Educativo de la FOEB, con castillos inflables, cama elástica y refrescos para los niños de la zona”, relató a EL TELEGRAFO el dirigente Luis Dantaz.
La federación agradeció “al pilar fundamental de esta propuesta que es la familia Burnes y a quienes se sumaron para llegar a unos dos mil regalos que entregamos en esta oportunidad. Duplicamos la cantidad en comparación al año pasado y llegamos a otras zonas que queríamos llegar. También a Yolanda Álvarez, una cooperativista que trabaja para el barrio, a los trabajadores del Mides y de la Agencia de Desarrollo que aportaron juguetes, además a la dirección del Hospital y su sindicato, al Refugio del Mides, donde también estuvimos en la noche, a los gurises de la selección de Paysandú por intermedio de Tabaré Mattiauda, a las familias de Araí que nos ayudaron en la entrega y a la Velo Samba que nos acompañó en todo el recorrido”.
Si bien el 6 de enero correspondiente a este año fue domingo, “hace varios años que el sindicato le propuso a la empresa cambiar el feriado del 2 de noviembre y trabajarlo, por el 6 de enero como día libre para dedicarlo a esta actividad”, explicó. La FOEB organiza para febrero una actividad con los niños del barrio donde funciona el centro educativo, en Zorrilla de San Martín y Benito Chaín.
