Menor ocupación y pocos extranjeros en primera quincena

La primera quincena de enero siempre es la más fuerte para el turismo atlántico en Uruguay, y después de los principales balnearios de Maldonado, La Paloma es el destino que congrega más turistas en la costa rochense.Este año la temporada no está siendo tan buena como las anteriores, y más allá de los números, estadísticas y porcentajes es evidente que hay menos gente en las calles, las playas y casi cualquier lugar.
Hace unos días el intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, confrontó a los operadores inmobiliarios que habían manifestado que la ocupación rondaba el 60% en el departamento; según el jerarca, ronda el 90%. Como prueba publicó en su cuenta de Twitter una foto de la playa La Balconada repleta de gente, durante un evento publicitario, y expresó: “más imágenes de esta cruda realidad en La Paloma con un 60% menos según agoreros”.
En tanto, el diputado socialista Alfredo Asti agregó: “Doy fe. La Paloma desbordada de turistas extranjeros pero sobre todo uruguayos que vienen de todo el país para escapar de la ‘crisis’ que nos pretenden imponer”.
No podemos asegurar que se trate de una “crisis”, pero considerar esta una temporada exitosa está por lo menos muy lejos de la realidad, cuando menos. Obviamente que hay mucha gente, y en especial jóvenes que desde hace años eligen a La Balconada como punto de encuentro, durante las multitudinarias fiestas electrónicas que se realizan en ese lugar. Pero la realidad es porfiada más allá de esos eventos puntuales, la diferencia con temporadas anteriores es abismal.
Por ejemplo, llegar al supermercado El Dorado o Los Molles y encontrar lugar para estacionar frente al comercio, aun en hora pico, era algo impensable en otros veranos, cuando a cualquier hora del día había que recorrer bastante para encontrar un lugar donde dejar el auto, incluso a varias cuadras de distancia. Las callecitas de La Paloma resultaban demasiado angostas para el tránsito en temporada, mientras que ahora, en pleno pico turístico se puede circular con fluidez, más parecido a lo que era hace 20 o 30 años, cuando el balneario era un tercio de lo que es actualmente.
Jimena, propietaria de Oliva Buffet Restó, en el centro de la ciudad, dijo a EL TELEGRAFO que los primeros días estuvieron marcados por la presencia de los jóvenes, más que por las familias que es la característica del balneario rochense. Expresó que se nota un menor flujo turístico y que espera que mejore la situación para el resto de la temporada. Por otra parte, en un relevamiento informal por la zona de playas Solari, La Anaconda, Los Botes y La Balconada, pudimos ver que de 80 casas ocupadas en las cuales había vehículos estacionados, 69 tenían matrículas uruguayas y sólo 11 eran extranjeras, principalmente de Argentina y Brasil. Esa relación de casi 10 a uno también se aprecia en los estacionamientos del centro, por lo que claramente en Rocha predomina el turismo interno. Un poco más de extranjeros se aprecia frente a los hoteles, donde dos de cada 10 chapas son de otro país. Pero lo más llamativo es la procedencia de los vehículos: la mayoría son de Montevideo, Rocha, Canelones y Maldonado. Por lo cual es difícil saber cuántas de las casas están ocupadas por turistas o por sus propietarios. También es evidente que muchas están vacías, cerradas y que ni siquiera fueron acondicionadas para alquilar, mientras que algunas todavía lucen un cartel que indica que están libres en enero y febrero.
Esta situación no es buena para quienes viven del turismo, ni tampoco para el país que necesita de las divisas que genera para sostener la calidad de vida de los uruguayos durante todo el año. Pero visto desde el punto de vista del veraneante, presenta importantes ventajas. Llegar a la bajada de playa La Serena en el extremo oeste del balneario y poder dejar el auto cerca del la bajada, incluso sobre el mediodía en una jornada espectacular para disfrutar de la arena, era imposible en enero de 2017 o 2018. Este año no es un problema.
Lamentablemente hay otros elementos que juegan en contra de la temporada y que es imposible controlar: el clima. El principio de año se ha presentado muy lluvioso; eso desestimula aún a quienes estando relativamente cerca deciden tomarse un ómnibus y desenchufarse por un fin de semana. Y si bien el viernes y el sábado han sido días soleados agradables, los pronósticos para este domingo ya no son auspiciosos.