“No podés impedir el derecho a jugar al fútbol”

Diego Lugano, excapitán de la selección uruguaya de fútbol, respaldó que los futbolistas del Interior no cedan el derecho de imagen a sus Ligas, como pidió OFI para que la Copa Nacional de Selecciones pueda ser televisada. Y dejó en claro que no se trata de una cuestión de dinero, sino de formas, la que ha llevado a que los futbolistas al cuestionamiento.
“Y sí… En 2006 ya era un poco rebelde. Fui el primer jugador que hizo que un club del Interior recibiera dinero por derecho de formación. Fue cuando me fui al Fenerbahçe, porque entendía que era justo y ético que Libertad de Canelones cobrara su porcentaje por la transferencia. Ese trámite no existía en OFI, pero fui a discutir a la AUF, a generar un conflicto para que Libertad pudiera cobrar 150 mil dólares, y que mi cuadro de baby fútbol, el Tres Esquinas, pudiera cobrar 50 mil dólares. Eso abrió un antecedente tremendo para el fútbol del Interior, porque se reglamentó recién en 2013”, afirmó el exzaguero a EL TELEGRAFO desde Sao Paulo.
Esa cara de tipo de pocas pulgas producto de la concentración a la hora de pararse firme en la zaga de su equipo o la selección, es la misma que pone cuando habla apasionadamente de la lucha que comenzó la seleccion uruguaya tras el Mundial 2010. La misma concentración es la que pone sobre la mesa cuando se apasiona para contar cuál, por qué y cómo fue la lucha por el derecho de imagen de los jugadores, que permitió a la AUF embolsar unos cuantos millones de dólares tras partir de cero. Y pone esa pasión al intentar explicar que lo que le falta al fútbol del Interior es información.
La historia de la lucha por el derecho de imagen es más o menos conocida. Podría resumirse señalando, por ejemplo, que Diego Forlán, el mejor jugador del Mundial 2010, veía cómo formaba parte de la publicidad de una cerveza sin consentirlo y sin que ni él ni la AUF vieran un solo peso. Solo por el hecho de que viejos dirigentes vendieron ese derecho a un tercero: la empresa Tenfield.
“Lo que quisimos desde la selección fue darle profesionalismo al fútbol uruguayo, y tener sentido común y de justicia porque vimos que funciona a contra mano del mundo”, remarcó. Por eso los jugadores se asesoraron, y confirmaron que “se dejaba de recibir millones de ingresos genuinos”. No solo para los jugadores (que no harían diferencia con eso) sino, lo que más importaba, para la AUF.
“Nos encauzamos en esta pelea. Cuando tenés argumentos sólidos, ves que el jugador es el más perjudicado. Pero no solo porque el sistema lucra con tu prestigio y tu imagen, sino porque eso no va al fútbol. Y así es imposible crecer”. Lugano remarca que ponerse en contra de una práctica que se extiende desde hace más de 20 años hizo ruido. Y mucho.
“En 2015 firmamos con la AUF un contrato de imagen entre jugadores y AUF. Y se cortó con un círculo vicioso en el que la empresa monopólica (Tenfield) adquiría los derechos por terceros y no por los jugadores. Exigimos que se liberaran todos los productos que involucraban a los jugadores, porque el sistema lucra puramente con el jugador. Y queríamos que la AUF vendiera todo de manera individual y bajo estricta norma de competencia nacional e internacional, para que el valor del mercado llegue al fútbol y éste pueda crecer”.
“Íbamos a todos lados, todos se morían con Uruguay, la marca celeste explotaba en el mundo, y la AUF no recibía nada. Y sentimos que éramos los únicos que podíamos hacer algo. Comenzamos por destrabar las relaciones viciosas y monopólicas del fútbol uruguayo con la fuerza de la imagen, un derecho constitucional de valor de propiedad privada. A ver: ¡en su momento vendieron la imagen de jugadores de selección que todavía no habían nacido, como ‘Pajarito’ Valverde!”.
Desde 2016, ya con AUF siendo socia de los jugadores, pasó de no recibir nada a haber ganado millones por la camiseta, por la televisación, sponsor, partidos que antes eran organizados por Tenfield, merchandising y demás. “Aquello se terminó. Lo que vende es el jugador, y somos socios con la AUF”.
Por eso Lugano deja constancia de que el problema son las formas. Y que la lucha para que todo se haga con transparencia y de acuerdo a lo que se maneja en el mundo, permitirá que el fútbol pueda tener mayor ingreso. También el del Interior.
El hoy dirigente del Sao Paulo recordó cual fue la primera presencia de OFI dentro de AUF: “Cuando votó por la oferta de Nike e hizo que ingresaran a la AUF nada menos que 22 millones de dólares más. Algún distraído podría pensar que fue una puja entre marcas deportivas, pero fue el sistema queriendo ir en contra del valor del mercado”. Y recordó que “aquella fue una Asamblea en la que nueve presidentes tuvieron el coraje de votar que 4 era más que 26”.
Lugano aclaró que esa es una muestra de cómo funciona el sistema. Y de cómo se cobran los favores. “Muchos clubes han tenido que hacer cosas con las que seguramente no estaban de acuerdo, por sus deudas”, remarcó. “Tenemos miedo que lo que pasa en los clubes, que se adeudan y deben favores, lo que es un virus maligno, se extienda a OFI”, agregó.
Lugano recordó que luego de la pelea de la selección, la comenzaron los jugadores profesionales del ámbito local. “Es que se aprovechan de la juventud, de la necesidad, de que vivís en otro mundo. Y cuando te das cuenta de lo que pasa, ya no servís. Ya empezás a incomodar”. La clave, asegura, está en la información: cuanto más información tenga el futbolista, más va a tomar conciencia de la situación.
Los jugadores de la selección nacional también levantaron bandera “para que OFI fuera parte de la AUF”, y que “el Interior también recibiera los beneficios de la selección, así como el fúbol femenino o el fútbol infantil. Pero los clubes profesionales no lo querían, porque pretendían que lo que generara la selección se quedara en Montevideo”.
“Yo jugué hasta los 19 años en OFI. Fui campeón de Canelones en el ‘98, y te puedo asegurar que sentí más emoción con ese título que al haber sido campeón después con el Sao Paulo, el PSG o el Fenerbahçe. Por eso trabajamos también para que OFI estuviera en AUF. Y vamos a hacerlo cuando se trabaje en el reglamento, porque queremos que OFI tenga una buena participación en las ganancias. Hemos vivido muchas etapas, y lo que hoy pasa en OFI es más de lo mismo. Por eso nos metimos en el tema, porque los jugadores nos llamaron y no puedo desprenderme de esa lucha que comenzamos hace años para reorganizar el fútbol uruguayo”, remarcó.
El tipo todavía no entiende cómo OFI pudo haber vendido la Copa Nacional de Selecciones a Tenfield, a pocos días de haber votado otra cosa en el estatuto de AUF. No entiende cómo dejó de lado la premisa de la transparencia y de la venta de activos, “el gran problema del fútbol uruguayo”.
“Firmaron después de haber aceptado las cláusulas de FIFA, Conmebol y AUF, y justo antes de que se expidiera el Ministerio de Educación y Cultura. Pero la gota que rebasó el vaso fue cuando OFI obligó a los jugadores a firmar un documento de cesión de imagen, que los ata a un contrato al que nadie tiene acceso, y por el tiempo vigente de ese contrato. Esto puede traer un montón de consencuencias”, dijo.
Y también dejó constancia de que “dimos respaldo a los jugadores porque son los protagonistas, los que venden camisetas. Son por quienes los padres le ponen el nombre a sus hijos. No importa si es de la selección de Uruguay o de Tranqueras, porque somos lo mismo, aunque unos con más suerte que otros. Y no podemos quedar afuera de eso, porque hay que respetar al jugador y porque nosotros tenemos el compromiso porque el fútbol nos dio todo”.
La “Tota” dejó en claro que “siempre que las formas sean malas, vamos a estar pendientes. Al jugador del Interior hay que informarlo, y si lo saben aprovechar, los dirigentes van a tener un arma importante al unirse a ellos”.
El exfutbolista opinó que “OFI comienza una nueva aventura, pero tiene que comenzar siendo un ejemplo por la dignidad, no por plata. Pero sabiendo que si hace bien las cosas el fútbol del Interior puede generar interés y capital que ayude a estar mejor”. Pero, volvió a remarcar, “es un tema de formas”.
“OFI tendría que tener un asesoramiento más global del mundo en el que ingresó, porque no tiene ni el 1% de la información que tenemos. Por eso comete errores, aunque en cómo intente subsanarlos mostrará que quiere hacer bien las cosas. No podemos juzgar a alguna muchachada por no entenderlo todavía y haya firmado algún documento, porque nosotros ¡pedíamos permiso para poder sacarnos una foto!”, dijo
Pero también apuntó a que “no podés impedir el derecho de jugar al fútbol si no cedés un derecho constitucional, con valor de popiedad privada como lo es la imagen. Es complejo y riesgoso la manera en la que OFI lo estaba llevando. FIFA, Conmebol y hasta la Secretaría de Deportes, recomienda contratos cortos, llamados públicos y que no haya cláusula de igualación para siempre estimular la competencia por el producto fútbol. OFI aceptó y lo firmó, pero 15 días después hace lo opuesto antes de que lo apruebe el MEC y obligue.
Es éticamente cuestionable, y compromete el mejor producto del Interior por 9 o 10 años, dejando atado todo antes de comenzar esta nueva etapa. Exactamente igual a lo que hizo la AUF en el ‘98. Estatutariamente podían hacerlo, pero sabemos cómo le fue al fútbol uruguayo, que nunca creció. OFI está obligada a seguir los lineamientos que vienen de FIFA, y si bien puede tener independencia financiera, no puede hacer lo que quiera en cuanto a la venta de activos. Son cosas diferentes”.
S.T.B.