Zafra de soja con alto porcentaje de resiembra y varias chacras perdidas por exceso de lluvias

“Estamos viviendo una situación muy atípica, porque si bien enero es de los meses más llovedores del año, esta situación es totalmente inusual”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta, estableciendo que en la presente zafra de soja hay un alto porcentaje de resiembra y varias chacras perdidas por exceso de lluvias.
Para el responsable del departamento técnico de Copagran filial Paysandú, “lo normal es que tengamos déficit de agua en verano debido a una gran demanda atmosférica de agua, y las lluvias no alcanzan a compensar las necesidades del cultivo. Totalmente a lo contrario de lo que sucede habitualmente”, aclaró.
Es que el impacto del agua en los cultivos de verano ha sido tremendo en el último mes. En los últimos 37 días, en la zona de Guichón llovieron 664 milímetros, cuando sólo en el verano (desde el 21 de diciembre al 21 de marzo), el promedio es es de 380 mm. En Piedras Coloradas fueron 606, Quebracho fueron 559, Estación de Meteorología 518 y en Pueblo Porvenir 501. De todas maneras, expresó que “en términos generales se está entrado a las chacras en forma intermitente. Hay chacras que fueron sembradas sobre fin de año y luego resembradas, e incluso se perdieron en algunos casos por la continuidad de lluvias importantes”, dijo. Y subrayó: “hubo necesidad de resembrar, y es importante la cantidad de resiembra, algo que tampoco es habitual en el cultivo”.
“En aquellos lugares que estaba previsto ingresar entre el 8 y 10 de enero, fue imposible hacerlo”, al tiempo que sostuvo que “mucha dificultad se presenta para las labores. Se han atrasado, especialmente en el control de malezas de los cultivos, con tratamientos que se tendrán que hacer más tarde de lo deseado y recomendable”.
Nasta recordó que el 70% del área “se sembró tempranamente y esas chacras están bien. Pero un área importante que estaba prevista para aproximadamente el 15 de diciembre, no se hacía por seca; algunos productores esperaron a sembrar y otros lo hicieron posterior a eso, realizando la tarea en los días de las fiestas tradicionales”.
En esos cultivos sembrados del 10 de diciembre en adelante, “alrededor de un 20% –altísimo porcentaje– fue denunciado por resiembra”, aunque aclaró que no todo es resiembra.
“Si contabilizamos el área perdida o con necesidad de resiembra, hablamos entre un 3 y 4 por ciento, en donde habrá baja o nula rentabilidad”.
Entiende que la rentabilidad del cultivo es lo que “incide en resembrar, especialmente en estas fechas. Técnicamente y productivamente ahora no es aconsejable, por lo que en la mayoría de las situaciones no se hará cultivo, y se dejará que esa área se recomponga del agua recibida”.

EL SOL
Ls cultivos hoy están esperando el sol. “Las áreas tempranas son las menos afectadas, y el crecimiento ha estado por debajo de lo normal, tanto por las lluvias recibidas, como por la temperatura, que en algunos períodos estuvo por debajo de la época”.
Pero sin dudas el factor más importante “son las pocas horas de sol en este verano. En las ventanas soleadas donde se hizo algún tratamiento, es increíble la capacidad de recuperación que tienen los cultivos”, acotó el técnico.
El cultivo con tanta agua “no está bien alimentado y necesita de varios días de sol”, aclaró. “Hay un efecto negativo del exceso de agua sobre el desarrollo radicular, y hay cierto amarillamiento del cultivo y déficits nutricionales que deben cubrirse con fertilizaciones foliares”, dijo.
Para Edgardo Nasta hay situaciones de campos que “ni siquiera se llegaron a fertilizar. Son muchas las situaciones en donde se siembra primero y se fertiliza después, para no perder días óptimos de siembra”.

DISTINTAS SITUACIONES
Hay distintas situaciones. “Hay que diferenciar entre los campos que tienen buen drenaje interno y los que no los tienen. Estos últimos, están asociados a campos de muchos años de agricultura que no han tenido una rotación con praderas o descansos pertinentes”, señaló. En general están con mal drenaje interno –suelos compactados–, “que son los que sufren el exceso de agua y tienen actualmente menor desarrollo y con mayor cantidad de resiembra”. Por otro lado, “los de buen drenaje, tanto interno o de topografía, que están bien o relativamente bien, y a los que no les impactan tanto el exceso de agua”.

MAÍZ Y SORGO
Respecto a los otros cultivos de verano, Nasta señaló que el maíz “es un cultivo que ha crecido en la zona en los últimos años y se siembra bastante más temprano, por lo que no agarró tanta agua y en general tiene menos problemas de implantación”. Agregó que los maíces “están excepcionales, muchos de ellos concretando rendimientos con más de 8.000 kilos por hectárea en secano”. “Si hemos tenido problemas de resiembra en el sorgo”, dijo, “al ser una semilla más chica y delicada. Además, este año se sembró más tardíamente y agarró este período de mucha cantidad de agua”.
Señaló que los sorgos implantados “se están desarrollando en forma parecida a la soja, en cuanto a problemas de deficiencia y falta de días de sol”.

NÚMEROS COMPLICADOS
Las empresas agrícolas vienen de la peor zafra de verano en la historia y en muchos casos presentan una situación muy complicada, incluso con rendimientos por debajo de la mitad de lo que se obtiene por el principal cultivo en el país. En estos días, y en buena parte de las zonas agrícolas y especialmente en las áreas que recibieron mayor nivel de lluvias, no se han logrado evaluar los daños en sojas de segunda. Además, aquellas que debían ser replantadas, no pudieron pasarse a maíz, porque se estaba en las fechas límite de siembra.
Se estima que a nivel país, aproximadamente un 30% del área de soja que está excelente (generalmente es soja de primera), otro 30% o 40% que está en buenas condiciones y el restante 30% se ve muy complicada.

ARGENTINA
En Argentina, las inundaciones en la región central desde comienzo de año causaron pérdidas por U$S 2.000 millones, según evaluó la Confederación de Cooperativas Agropecuarias Coninagro.
En contraste, Argentina había sufrido en 2018 la peor sequía en 50 años con pérdidas por casi U$S 6.000 millones, especialmente en soja y maíz. Según el informe de Coninagro, 2,4 millones de hectáreas sembradas con soja permanecen inundadas y la zona más afectada es la pampa húmeda.
Argentina es el cuarto productor y el primer exportador mundial de harina de soja, así como el tercer exportador de aceite de girasol. “Continúan las lluvias y los campos no soportan la cantidad de agua caída en los últimos 15 días. Hay mucha preocupación de los productores en Chaco, Santiago del Estero, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires”, según Coninagro.