Tras cinco robos en pocos días, cerró merendero “Saturnina Coria”

Víctima de cinco robos en pocos días, Aida Cocchiararo resolvió cerrar momentáneamente el Centro Cultural “Saturnina Coria”, que funcionaba en su propia casa, en José de San Martín y Entre Ríos, y en el que desde hace más de tres años alrededor de 50 niños y adultos recibían la merienda.
Con dolor, desilusión e impotencia, Cocchiararo relató a EL TELEGRAFO los hechos que ha padecido desde el 23 de enero a la fecha: “primero entraron y se robaron cosas desde adentro del auto, en 2 ocasiones.
Después, de mañana, ingresaron por la ventana del dormitorio que había quedado abierta y desoldaron la reja, se llevaron una veladora y un reloj. A los pocos días, de mañana, forzaron la puerta del merendero –la que da para el fondo–, la rompieron, y entraron y se llevaron herramientas de trabajo”.
En esa ocasión, “clausuramos esa puerta y paramos las actividades del merendero el 29 de enero”, recordó y aclaró que “todos los hechos se dieron entre el 23 y el 29 de enero”.
“Nos fuimos unos días de vacaciones –continuó diciendo– y por todo lo que había pasado, mis padres se quedaron cuidando la casa. El viernes de madrugada mientras dormían, (delincuentes) arrancaron la reja de la ventana de la cocina, entraron y a oscuras revisaron la casa. Mis padres se despertaron; y, como mi padre habló, (los ladrones) se fueron. Llamaron a la Policía y ahí se dieron cuenta que habían robado la carne de la heladera, el microondas y herramientas en un galponcito al lado de la cocina”.
A raíz de estos hechos, “nos vinimos de nuestras vacaciones y debimos poner mayor seguridad en la casa”, comentó Cocchiararo. Aclaró que en cada uno de los robos se hizo la denuncia correspondiente y hasta el momento no han surgido novedades.
A la vez, lo que más la sorprende es que “las personas que entraron sabían dónde estaban las cosas, no revolvieron nada, todo estaba en su lugar –excepto lo robado– y lo hicieron sin prender las luces, a oscuras”, por lo que “sospecho de gente que venía al merendero”. En ese sentido recordó que “cuando las inundaciones yo repartí ropa, artículos de limpieza y cosas donadas y la gente entraba a recoger las cosas”.
“Ello nos lleva a tomar la decisión de clausurar, porque nos sentimos en una total inseguridad y desamparo y perdí totalmente la confianza en la gente; yo no se quién fue, pero era alguien que obviamente sabía cómo era la casa y dónde estaban las cosas”, señaló.
Visiblemente afectada por esta situación, expresó que “es un poco doloroso porque uno tiene cierta inclinación a ayudar, colaborar, dar una mano y recibe esto”. De acuerdo a lo que “he escuchado hay una ola de robos por todos lados; mucha gente me ha dicho que le han entrado a sus casas por las ventanas”, concluyó.
La obra que llevaba adelante el Centro Saturnina Coria en nuestra ciudad recibió en noviembre pasado un homenaje por parte de la Junta Departamental de Paysandú y, además de funcionar como merendero, desarrollaba actividades recreativas y talleres.