Lo que afirman los militares sobre el Poder Judicial “me parece gravísimo”

“Fue la crónica de un cese anunciado”, dijo a EL TELEGRAFO la senadora Constanza Moreira, líder del grupo Casa Grande del Frente Amplio en referencia a la decisión presidencial de remover al Comandante en Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos.
Dijo que “las fricciones entre él y el Poder Ejecutivo tiene varios episodios, y en este caso hay algo que ha quedado un poco velado, pero me gustaría resaltarlo, porque no es que Manini Ríos quiera hacer política o desacate los artículos constitucionales que se lo impedían. Creo que hay dos cosas a considerar: una es la visión que él transmite sobre el rol de la Justicia. Esto es impresionante”, afirmó, abundando en cuanto “los tribunales de honor que tenían que juzgar en los casos de Gavazzo, Maurente y Silveira, se hayan expedido diciendo que la Justicia no probó adecuadamente lo que fue probado, en algo que excede a los tribunales de honor como es juzgar lo que hace la Justicia”.
A su juicio, “los tribunales de honor no deberían existir si no es como una figura secundaria de la Justicia militar, que debería ser una rama especializada de la Justicia civil. Pero que el tribunal de honor diga que la Justicia no prueba nada, y que esto lo transmitan los militares, hablando de uno de los poderes del Estado, el Judicial, diciendo que es una mala justicia. Porque si se siembra la duda sobre esto, puede haber dudas sobre cualquier persona sometida a un proceso penal. Lo que dice de la Justicia me parece gravísimo”.

Ley orgánica y caja militar

También entiende que “lo que está atrás es la Ley Orgánica Militar y la reforma de la Caja Militar. Hay una readecuación de los cargos superiores para que sea una estructura donde no haya tantos oficiales para pocos soldados, y hay un exceso de mandos superiores. Ese es el tema de fondo, la presión para que no se apruebe la reforma de la Ley Orgánica y la de la Caja Militar, que se aprobó, pero prácticamente de tantas concesiones que se hicieron, no toca nada del estamento militar durante 40 años”.
Dijo que la actitud hasta ahora fue “transformar en defensa política la defensa de las Fuerzas Armadas como corporación. Básicamente es eso, aunque no creo que los militares haciendo política lleguen muy lejos en este país, porque no creo que tengan muchos votos”. Consideró que “es un claro ‘efecto Bolsonaro’ y me parece que se hicieron demasiadas concesiones a las Fuerzas Armadas todo este tiempo, y el huevo de la serpiente terminó en esto. Y no lo digo por el Frente Amplio, sino por todos los años que han pasado desde la transición democrática hasta ahora. Se hizo la reforma de la Caja Policial, de la Notarial, de la Seguridad Social y a los militares se los dejó prácticamente intactos. Ese es el huevo de la serpiente”.
Además, afirmó que “la oposición no ayuda en nada, porque nunca da un voto para nada por lo que también es responsable de lo que está pasando. Ahora con lo de Manini Ríos respaldaron al Presidente, pero deben respaldar al poder civil, porque lo que está en cuestión es la relación entre poder civil y poder militar”.

La renovación generacional

En cuanto a las elecciones internas, donde el Frente Amplio –como los demás partidos– deberá elegir su candidato a la presidencia, “esperamos tener muchos votos, aunque en cada interna vota cada vez menos cantidad de personas. Ya no son una ‘primaria’ o primera vuelta sino mucho más internas. Pero la idea es que teniendo cuatro candidatos, el Frente tenga más atractivos al haber más competencia, y que la gente vaya a votar”.
Afirmó que a su juicio “son unas internas muy importantes porque además pasamos de la candidatura única a la múltiple, y además a la renovación generacional”. En este sentido, dijo que “creo que los cuatro candidatos reflejan esa renovación, se sale de la tríada Tabaré-Mujica-Astori. Son candidatos de relevo aunque no sean tan jóvenes, porque Andrade tiene 42, es casi un niño para la política nacional, Bergara está con 53, Carolina tiene 57 y el más veterano es Daniel Martínez que tiene 62. Pero es un relevo importante, porque también hay una mujer, un líder del movimiento sindical, Daniel Martínez que es el favorito con una larga trayectoria frenteamplista y ha hecho casi todo, dirigente sindical, presidente de Ancap, Ministro, Senador y ahora Intendente. Y Bergara que de alguna manera trata de representar el espacio político de Asamblea Uruguay, no oficialmente sino ese electorado más cercano a Astori”.

Movimiento de recomposición

A juicio de la senadora, estos líderes, además de disputar para ser candidatos a presidente, “son parte del movimiento de recomposición del Frente Amplio, donde Casa Grande va a tener un papel importante, porque se viene una reacomodación en todos los partidos, y me parece que los cuatro candidatos del Frente expresan eso también. Es un proceso que al Frente le llevó mucho tiempo porque estaba muy ocupado gobernando y lo está haciendo ahora”.
“Esto le va a hacer bien”, opinó, “porque más allá de la virtud de los viejos militantes que sostienen los comités de base, el Frente Amplio, que es el favorito entre los jóvenes según encuestas, tiene que encontrar una manera distinta de relacionarse con las nuevas generaciones, porque no van a ir al comité de base, pero sí estaban en la marcha del 8 de marzo.
Entonces para encontrar un vínculo con esas nuevas generaciones, se necesitan nuevos líderes y nuevas formas de hacer política. Más allá de lo que pueda pasar con nosotros, estamos en un momento muy bueno de cambios muy importantes para el Frente Amplio”.