Una espera de 30 años para volver a delirar

El 11 de marzo de 1989 Paysandú cosechaba su sexto título nacional, el segundo de manera consecutiva, jugando la segunda final como visitante ante Durazno.
Tuvieron que pasar 30 años y algunos días para que la Blanca volviera a subirse a lo más alto del fútbol del Interior.
En 1988 Paysandú cosechó su quinto título, y al año siguiente conseguiría revalidarlo para sellar un bicampeonato.
Pero nadie se imaginaba siquiera que tras aquel título logrado por los dirigidos por Carlitos Colzada, sería el último por las próximas tres décadas, y que al fútbol sanducero le costaría tanto volver a pisar fuerte y ser protagonista.
Paysandú se las vio ante Durazno en la definición de aquel campeonato del año 1989.
Primero jugó como local en el Parque Artigas, donde ganó por 2 a 1 gracias a los goles de Britos y Sena. Y aquel equipo comenzó a volcar el título a su favor, más allá de que faltaba todavía el segundo y definitivo partido.
La Blanca afrontó la revancha en Durazno, en el Silvestre Landoni, donde volvió a ganar por el mismo tanteador, en este caso con goles de Anchorena y Carbajal. El plantel sanducero era conformado por Wilson Da Rosa, Gustavo Machuca, Marcos Lobato, José Sena, Juan Loggiuratto, Gustavo Anchorena, Mario Aramburu, Jorge Moncecchi, Edgardo González Pratt, Víctor Carbajal, Carlos Gutierrez, Gerald Britos, Fernando Fuks, Dardo Rosso, Carlos Barreto, José Martins, David Castro, Ángel Vidiella y Eduardo López. Colzada era el entrenador, acompañado por Hugo Texeira en la preparación física, Cacho Poggio como kinesiólogo y Haroldo Melgarejo como equipier.