El ingeniero agrónomo Juan Bazzano está convencido que “la mejora genética, con el manejo, la alimentación y la sanidad, sustentan el buen Hereford de Cerro del Bombero”, establecimiento ubicado en las costas del Queguay Grande en la 11ª Seccional Policial del departamento de Paysandú, y que recibió a la gira de la raza en la tarde de este jueves.
Así lo estableció el administrador de la estancia en la segunda parada del primer día de la gira. Tras el almuerzo, primero vino la presentación de los datos, acompañado de su esposa Ana Falcone, sus hijos Victoria, Sofía y Benito, además de la mano derecha de Bazzano, el técnico agropecuario Manuel Soca y el equipo que trabajan en el establecimiento.
Presentó el origen del rodeo general y plantel de la genética que utiliza “Cerro del Bombero”, y que proviene de San José del Yaguarí, El Paraíso y el Baqueano. Se usan datos de EPD, como son peso al nacer y velocidad de crecimiento. Y en cuanto a los padres utilizados en vaquillonas, en inseminación artificial, mencionó a Karate, Matute, Koyac, Asombro, Wasabi y Plácido.
Tras encontrar la genética para su rodeo, comenzó a planificar el manejo, asociado con la alimentación y la permanente sanidad. A eso se suma la participación en el programa de monitoreo de empresas ganaderas que lleva adelante el Instituto Plan Agropecuario desde el año 2015.
El administrador del establecimiento de la sucesión de María del Carmen De León, realiza la compra de padres con facilidad de parto y buen crecimiento, “y en base a nuestro manejo no le damos tanta importancia a la producción de leche”, dijo.
Respecto al manejo de la recría, en el primer invierno realizó suplementación de terneros y terneras. Y en el segundo invierno suplementación de vaquillonas y novillos de 1 a 2 años. Allí el método de suministro es autoconsumo.
Explicó que la edad de faena de novillos es de 32 a 36 meses, el peso de embarque de novillos es con 500 kilos y las vacas 550 kilos. De acuerdo al trabajo, que incluso desde el 2015 se realiza con la carpeta verde del Plan Agropecuario, mostró el desempeño reproductivo y de la cría, además de los indicadores productivos de vacunos.
DESTETE
Un aspecto destacado por Bazzano, es el destete temprano, que se inició en diciembre de 2018 con el primer lote de ejemplares que llegó a los 100 kilos de peso. “Habitualmente el destete se hacía en enero, pero dado los problemas generados por la sequía del verano 2017-2018, y el estado del ganado y la actividad ovárica de los mismos, decidimos implementarlo antes”, dijo.
“A los terneros se los fue sacando de la madre y se los dejó en la sombra y con agua durante dos días y sin comida. Al tercer día se les empieza a dar de a poco la ración para que le agarren el gusto, mezcladas con fardos de alfalfa de buena calidad, para que ese animal que está con hambre, coma –junto al fardo– el balanceado”, señaló.
“De ahí se le aumenta paulatinamente hasta el décimo día, cuando se le brinda en torno a un kilo de ración por animal diaria. Después de los primeros diez días encerrados, se los comienza a largar en los piquetes que están cerca de la estancia y se los traen todos los días para darles de comer”, dijo sobre el sistema implementado este año y que dio muy buenos resultados.
Con peso superior a los 150 kilos fueron para el campo sin suplemento, hasta mayo que comenzaron a comer la ración de recría en el autoconsumo durante dos meses”. Al segundo invierno, “se les dará nuevamente ración de recría para poder llegar con los novillos a 36 meses en el verdeo y allí comercializarlos”.
En cuanto a los vientres, “en abril se hizo el refugo de las vaquillonas, se tatúan y se clasificaron las que luego serán entoradas. Las que no, se venden como vientres vacíos de 1 a 2 años”.
LAS VACAS
Respecto a las vacas, manifestó que el objetivo es que todas las vacas “críen un ternero por año. A partir de los 2 años que es cuando se inseminan, el tercer año paran su primer ternero y en el ciclo de vida tengan un ternero por año”.
Para lograr eso, “tenemos que asegurarnos que la vaca se preñe, y que luego se recupere y gane kilos”, dijo.
RECURSOS HUMANOS
Juan Bazzano hizo especial hincapié en los recursos humanos. Entiende que para alcanzar estos objetivos “ha sido fundamental el equipo de trabajo, para lograr un trabajo en equipo que permite intercambiar ideas en forma permanente y crear una conciencia de que todos somos importantes”.
Agradeció personalmente al personal que lo ha acompañado durante estos años y en especial al técnico agropecuario Manuel Soca que “también es técnico y nuestra mano derecha”, dijo.
Al presentar los datos del establecimiento, señaló que cuenta con una superficie de 4.552 hectáreas con suelos basalto superficial y medio índice coneat 52 y 20 potreros. Bazzano comenzó con la administración en el año 2006. “Era una empresa tradicional de indicadores promedio, y se levantaron las limitante de infraestructura, efectuándose inversiones, alambrado, agua, luz, e instalaciones, con el objetivo de mejorar la eficiencia reproductiva la recría y la terminación en vacunos y ovinos”
CAMPO NATURAL
Cerro del Bombero cuenta con un 93% de campo natural, un 3% de mejoramientos extensivos, 3% de verdeos y solamente 1% es improductivo. En cuanto al sistema de producción tiene una orientación de ciclo completo en vacunos y también ciclo completo en ovinos.
En ovinos la raza es Merino Australiano y en vacunos Hereford. Actualmente cuenta con 4.251 ovinos de los cuales 2.203 son ovejas y borregas encarnerada y 1.238 son corderas y corderos diente de leche. En vacunos hay 1.070 vacas y vaquillonas entoradas, tiene 303 vaquillonas de 1 y 2 años, 308 novillos de 1 a 2 años, 254 novillos de 2 a 3 años y 785 terneros y terneras que suman los 2.910 vacunos del establecimiento. En cuanto a la dotación ganadera en Unidades Ganaderas por hectárea, en ovinos son 0,15 y en vacunos 0,49. El total es de 0,67.
IMPORTANCIA DEL OVINO
Bazzano se refirió a la importancia del rubro ovino a la empresa que permite la diversificación de ingresos, estabilidad productiva y la resiliencia frente a sequías como ocurrió en 2008 y 2017, dotándole de equilibrio y complementariedad.
Destacó el impacto económico del rubro y el sostén financiero en momentos claves, tal lo presentado en los últimos dos años por las Carpetas Verdes. Esto le permitió diferir ventas de vacunos y aumentar la inversión en comida para novillos, bajando la edad de faena al aumentar el rodeo de cría.
También se refirió al impacto económico de la genética en la empresa. “Sin mejora genética estaría obteniendo 19.260 kilos de lana, por lo que redundaría en unos 175.266 dólares. Mientras que con mejora genética esos 4.815 ovinos por 4,78 kilos por animal de vellón, daría 23.016 kilos de lana, con micronaje de 17,3 micras y a ventas de 12,30 dólares por kilo de vellón, se obtienen 283.097 dólares.
Y aclaró que “si no tuviera mejora genética vendería lana de 22 micras a 9,10; lo que le daría un total de 175.266 dólares.
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