Edila expuso sobre riesgo para los niños ante los agresores sexuales

La edila frenteamplista Libia Leites expuso en media hora previa de la Junta Departamental sobre el grave riesgo que acecha a la niñez por el denominado grooming, “proceso por el cual un agresor selecciona y prepara a un niño para abusar de él”, subrayó.
Destacó que “los estudios realizados sobre la conducta de esos delincuentes sexuales han demostrado que las tácticas que utiliza para seleccionar al menor que va a ser su víctima son deliberadas, y a menudo buscan identificar a los niños más vulnerables, aquellos que son menos capaces de hablar con alguien sobre el abuso, los que están necesitados, desamparados o que se sienten molestos por algo”.
Observó que “hay una serie de técnicas específicas que los abusadores utilizan para enmascarar su comportamiento antes de la agresión, pero también durante y después de la misma; ofrecen una imagen de gran bondad, convirtiéndose en personas sobresalientes dentro de la comunidad, prestando ayuda desinteresada a otras personas; en definitiva, alguien del que nadie sospecharía ni por un momento que pueda ser un delincuente sexual”.
Asimismo, “trabajar y ayudar a la comunidad es una táctica que, además, le ofrece un amplio abanico de posibilidades, ya que le permite internarse en ella y participar en toda una serie de actividades sociales dentro de las escuelas, grupos juveniles, iglesias, etcétera, que le dan fácil acceso a una serie de posibles víctimas sin ser sospechosos. Esta doble vida hace que los padres, educadores y otras personas bajen la guardia y les permitan el acceso a sus hijos sin sospechar nada”.
Señaló Leites que “es importante tener en cuenta, también, que la mayoría de los delincuentes son conocidos por la familia, y con demasiada frecuencia son miembros de la misma. La segunda táctica es la capacidad que tienen de mostrarse encantadores y agradables, irradiando un halo de sinceridad y veracidad. Esto es crucial para obtener el acceso a los niños, por lo que el poder de esta táctica no debe subestimarse”.
Expuso que “algunos delincuentes intentarán establecer relaciones de forma habitual con personas mucho más jóvenes que ellos, ya que prefieren la compañía de los niños a la de los adultos”, a la vez de señalar que “los delincuentes sexuales reclutan niños mediante una relación de confianza, por ejemplo, pasando mucho tiempo con ellos, escuchándolos, tratándolos como alguien ‘especial’”, visitándolos a menudo. También utilizan los regalos y el engaño para lograr silenciarlos, sobre todo en lo relacionado con el abuso sexual, manteniéndolos así como un secreto entre los dos”.

LA MANIPUPACIÓN Y EL SECRETO
“Todas estas manipulaciones suelen aislar al niño de los hermanos, los amigos e incluso de los padres. El delincuente también puede establecer una relación de confianza con la familia y amigos del niño, con el fin de tener acceso al pequeño cuando se encuentre solo. De esta forma, una vez que el agresor logra tener la confianza del niño y la familia, le será mucho más fácil abusar sexualmente del pequeño”, añadió.
Asimismo, “después de ganarse la confianza y empezar el abuso de forma continuada, el agresor le obliga, por medio de amenazas, manipulación, chantaje, soborno y castigos, a mantener estos actos en secreto. Asegura al niño que lo que está ocurriendo es correcto, y lo convence de que si dice algo sobre el abuso sexual, algo terrible va a pasarle a su familia, le dice que les va a hacer daño a ellos o a sus mascotas. Al mismo tiempo, hace creer al pequeño que él ha dado su consentimiento y que están en una relación, o incluso que fue él quien inició la relación. De esta manera los delincuentes echan la culpa de sus despreciables actos sobre el niño. El pequeño puede, entonces, sentirse responsable del abuso, y sentir vergüenza o miedo de decirlo a alguien”.
En cuanto a la prevención del grooming, Libia Leites consideró que “a veces es importante seguir nuestro instinto e investigar cualquier indicio o sospecha que tengamos, por pequeña que sea. En ocasiones, los padres pueden tener miedo de cómo sus hijos van a reaccionar si les prohíben ver a una persona que les gusta, pero si nos preocupa el tipo de relación que dicha persona está teniendo con el niño, debemos estar dispuestos a impedir todo contacto de inmediato. También es importante escuchar las declaraciones o preguntas que nuestro hijo nos pueda hacer para determinar si nuestras sospechas son fundadas, y animar al niño a darnos más información sobre lo que hace mientras está con esa persona”. “Algo tremendamente útil es enseñarle al niño algunas herramientas de prevención para ayudarle a identificar el comportamiento inadecuado, y explicarles las formas de protegerse si alguien los hace sentir incómodos”, acotó.