“El clima ha venido muy bien hasta ahora para campos del norte y litoral”, dijo Marcelo Pereira

Se anunciaba un invierno sumamente frío y seco para este año pero “hasta ahora ha sido todo lo contrario”, aseguró a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, quien destacó que “el clima ha venido muy bien, y hemos tenido tasas de crecimiento en verano insólitamente altas, lo que permitió entrar con pasto al otoño”.
El coordinador de la regional Litoral Norte del Instituto Plan Agropecuario, (IPA), sostuvo que el año pasado “cuando comenzaba el otoño en el mes de marzo, teníamos un 66% de pasto que precisábamos, y este año tenemos un 23% más de pasto del que necesitamos en términos generales”.
Consideró que al igual que en otoño que se entró con pasto, “al invierno también se entró con una altura de pasto bastante interesante, a diferencia del año pasado que no teníamos absolutamente nada, siendo dos años totalmente contrastantes”. Y aclaró que “ésta cantidad de agua perjudica las actividades más intensivas, pero no tanto al campo natural”.
“Cuando uno entra con pasto y tiene potreros reservados y comienza a usarlos con ésta gran cantidad de agua, el animal lo que hace es pisotear y estropear la reserva de forraje que supimos acumular, por lo que hay que tratar de hacer un uso cada vez más restringido de esa reserva”, dijo Pereira.
Respecto a las heladas, el profesional sanducero sostiene que “es preferible un invierno helador y no tan lluvioso como está viniendo hasta ahora y que complica bastante”.
De todas manera, explica que “es normal que venga un período de heladas, si bien ese período en Uruguay se ha acortado, porque la primera helada es más tarde y la última helada termina antes, en general el número de heladas en promedio no ha cambiado en el país”.
Explicó que “no estamos libres, como sucedió hace algunos años, de que caigan 17 o 18 heladas seguidas, lo que también complica y liquida mucho del pasto que hoy tenemos disponible”.

Temporal

Sobre el temporal pasado, indicó que “ha caído una gran cantidad de agua, pero acá en el norte no ha sido tan complicado como en el sur, donde hubieron algunas localidades como Florida y otras más, en donde ha llovido el doble que lo registrado en Paysandú, donde los registros oscilan entre 200 y 180 milímetros en algunas localidades, mientras que en el centro y sur del país llegan a 400 milímetros”.
Agregó que en el sur y este del país –por ejemplo Rocha–, “la situación se complicó enormemente, no así en el norte, ya que en la medida que nos vamos hacia Artigas, la cosa disminuye, teniendo en cuenta que en Artigas no hubieron grandes lluvias, aunque el perfil igual está saturado de agua, pero no fue el gran desastre que se agudiza en el sur”.
Desde el punto de vista del bienestar animal, “es preferible que haya heladas y el clima sea seco, a temporales como los registrados en estos días anteriores, que incluso no fueron con bajas temperaturas, pero imagínese una majada pariendo en estos días, no queda un cordero vivo”.

Recomendaciones

“El exceso de agua tiene un impacto directo al reducir las áreas de pastoreo, lo que determina un aumento de la carga instantánea en los potreros secos”, señaló el doctor Rafael Carriquiry.
El profesional del Instituto Plan Agropecuario (IPA), manifestó que “además de la alimentación que debe ser lo primordial, deberíamos tener en cuenta que esta concentración de animales puede generar distintos problemas”.
Uno de ellos, es el aumento en la carga parasitaria. “Para eso deberemos administrar un antihelmíntico y monitorear la infestación mediante un exámen coproparasitario, de este modo sabremos si el tratamiento funcionó y cuando es necesario repetirlo”.
“También deberemos controlar y chequear los terneros, ante la presencia e infestación con coccidias que pueden ocasionarles diarrea sanguinolenta”, dijo Carriquiry.
Entiende que “se debe chequear la presencia de plantas tóxicas en los potreros donde se encuentren los animales, ya que frente a la escasez de alimentos pueden ser consumidas”.
“Inmunizar los animales contra enfermedades infecciosas como clostridiosis y especialmente contra leptospirosis ya que esta enfermedad es más frecuente en años muy lluviosos y en zonas bajas, con mucha humedad”, dijo.
En animales que están en sistemas de silvopastoreo o pueden pastorear montes de eucaliptos, “recordar que puede estar presente el hongo Ramaria, que produce la enfermedad conocida con el nombre de bocopa”.
Si se administran fardos o concentrados, “recordar recoger los hilos, alambres y bolsas ya que los animales pueden llegar a consumirlos produciendo un cuadro patológico”.
Cuando se compren alimentos concentrados “se debe tener en cuenta la posibilidad de contaminación con micotoxinas, por lo que se recomienda realizar un chequeo antes de la compra o solicitar al vendedor un análisis de los mismos”.
Finalmente, Carriquiry expresó que “ante cualquier duda, siempre es una buena opción consultar a un profesional”.