En silencio y con dolor, marcharon por Amparo

Fue en silencio. La bronca también se expresa así. La desazón, el dolor, la impotencia. Amparo Fernández fue asesinada en Florida y su cuerpo aún no aparece. Desde la policlínica –Municipales II– donde trabajaba, a media mañana unas 300 personas se reunieron para marchar con el más poderoso de los mensajes, el silencio, en repudio por otro femicidio, en defensa del libre albedrío de las personas y en demanda de justicia en su máxima expresión.
“Era una loca linda”, dijo una de sus compañeras, definición que marca con énfasis el carácter afable, las ganas de vivir, el sentido de la aventura que marcaron la vida de una mujer que por un lado se dedicó a la enfermería, por otro a su familia –en especial a sus tres hijos– y por otro a vivir a su modo, en el que los caballos formaron parte esencial.
“Amparo no volvió a casa”, decía el cartel al comienzo de la marcha de la que participaron enfermeras, nurses, médicos, amigos, familiares y una representación sindical de Montevideo. “Amparo, no te olvidaremos” prometía otro cartel. “Todas somos Amparo, no más femicidios”, clamaba otro.
El presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Martín Pereira, y el director de ASSE en representación de los trabajadores, Pablo Cabrera, participaron de la marcha, que lentamente caminó por calle Independencia desde Benito Chain a Artigas, en una de las esquinas de plaza Acuña, donde se encuentra precisamente la base de lo que será el monumento a Bocha Franco, guitarrista líder de Los Iracundos, donde se colocaron varios carteles. Ahí, en semicírculo, se desató la impotencia y se escucharon pedidos de combatir y contener el machismo, tras once femicidios en siete meses. Demasiadas muertes, demasiada locura expresada en violencia y demasiado dolor.
Hoy es Amparo Fernández, cuyo cuerpo es buscando con intensidad, ahora no solamente en el río Yí, sino también con perros adiestrados en terreno boscoso. No hay esperanza de vida; hay esperanza de justicia.

TAMBIÉN EN GUICHÓN

En la ciudad de Guichón también se realizó una marcha, por 18 de Julio, desde calle Progreso hasta Plaza Wiliman, impulsada por funcionarios del Hospital Guichón. Bajo el lema “Ni una menos” un centenar de personas acompañó la marcha y al final Javier Acosta, secretario de la FFSP, leyó una proclama en la que resaltó “la necesidad de reflexionar ante este tipo de violencia contra mujeres”.
“Muchas veces son invisibles, porque son de puertas adentro, de una violencia extrema y que a pesar de que se han ganado derechos de género en estos últimos años, todavía falta mucho”, continuó.
“Amparo era madre, era hija; deja un dolor inmenso en su familia, en sus compañeros, en la sociedad toda.
Cada vez que sucede esto, debería haber marchas, en cada cuidad, en cada pueblo de nuestro país. Hoy Guichón y Paysandú dieron muestras de humanidad”, concluyó.