Barajan un Plan B y es toda una sorpresa: la AUDAF

La gran pregunta es cuántos árbitros deben inscribirse ante el llamado de OFI para poder retomar la competencia.
La respuesta que se barajó en el ámbito de la organización, es que para retomar la competencia de la Copa Nacional de Clubes A, se necesitan unas 16 ternas.
Se tiene en claro que no se contará con la inscripción del 100 por ciento de los jueces que hasta el momento eran tenidos en cuenta. Pero a grandes rasgos se espera que un 60 o 70 por ciento de los colegiados pueda aceptar el llamado que hoy dará a conocer OFI.
El Plan A está claro: se rompió relaciones con AIAF, y se realizará ese llamado esperando buena respuesta.
Pero ¿qué pasará si el número de árbitros que se anoten no es el esperado y es insuficiente? ¿Existe un Plan B?
La respuesta de los dirigentes es sí. Y no deja de sorprender: OFI tiene acordado que, en caso de que eso suceda, será la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) la que aporte a sus asociados para que la actividad pueda desarrollarse con normalidad.
Ayer en la mañana hubo una reunión en AUF, donde la Asociación y OFI siguieron dialogando sobre el contrato que unirá a las partes para televisar la competencia de la Copa A y B a través de AUF TV.
A ver: se asegura que está todo acordado, pero que se decidió no firmar el contrato ayer, como estaba previsto, seguramente por la situación vivida con los árbitros del Interior.
AUF y OFI pusieron este tema sobre la mesa. Y se hicieron al pregunta lógica. Hasta que la comunicación con el presidente de la AUDAF, Marcelo De León, permitió respirar: el torneo, que será televisado, no correrá riesgo. “AUDAF aportará a los árbitros de segunda categoría que hagan falta para que la competencia no corra riesgo de suspensión”, se dijo anoche a EL TELEGRAFO.
¿Y la diferencia económica? “La diferencia es de poco más de mil pesos”, se respondió ante la pregunta.
Cuando todos se preguntaban qué sucedería en caso de que los árbitros del Interior no respondieran al llamado, apareció el Plan B. Y no deja de ser sorprendente.