De aquel último puesto a prepararse para el Mundial

Se revolvía como un ratoncito en el agua. Con sus brazadas cortas le importó poco llegar última, y lejos. Claro: daba una ventaja enorme en edad, pero mostró unas enormes ganas de superarse.
Tanto que el desaparecido dirigente sanducero Julio Cravea, que la vio en acción, prometió un trofeo la próxima vez que llegara a nuestra ciudad, con el afán de motivar a esta pequeña nadadora que estaba dando sus primeros pasos. La promesa, lógicamente, fue cumplida.
Pasaron varios años de aquella Travesía “Irene Sosa”. Exactamente 10. Y 10 años más tarde, Andrea Sanchis (16) no solo se ha transformado en la mejor nadadora sanducera, sino que se prepara para incursionar en el Mundial Juvenil de Budapest, que se disputará del 20 al 25 de agosto.
“¡Claro que me acuerdo de aquella travesía! Y recuerdo que Cravea fue a casa con el trofeo”, dijo acompañada por su entrenador, Bruno Zanetti.
Sanchis afrontará el Mundial del 20 al 25 de agosto, tanto en los 50 metros como en los 100 metros libre (“con la segunda prueba me llevo mejor”. dijo. Y, de hecho, tiene el récord nacional en Juveniles B), aspirando a poder bajar sus mejores marcas.
Para reflejar el nivel al que ha llegado la sanducera, que le ha permitido estar en el Mundial, su entrenador explicó que las otras dos nadadoras que representarán a Uruguay, es decir Nicole Frank y Micaela Sierra, tienen prácticamente el mismo puntaje Fina (Federación Internacional de Natación) que Sanchis.
Pero la sanducera tendrá que cubrirse los gastos de su participación.
“Fina cubre el gasto de dos nadadores y del entrenador, pero el país puede llevar a los nadadores que considere tengan condiciones de ir a un Mundial. Y las tres están prácticamente con las mismas marcas técnicas, con similar puntaje Fina, que está relacionado al récord del mundo”, dijo el técnico.
Frank y Sierra (quien entrena desde hace muchos años en Estados Unidos) tendrán los gastos pagos, mientras que “se abrió la posibilidad de que Andrea también participe, pero en este caso cubriéndose los costos”.
La sanducera pasea su potencial todos los días en la piscina del Remeros. Está lejos de entrenar en instalaciones excelentes, pero eso la motiva. “Me gusta que sea así, que cueste. Me encanta venir en bici, saludar al cantinero, no ver que todo es pro”, reconoce quien, por otra parte, no ha tomado conciencia de su realidad deportiva y, sobre todo, de cuál puede ser su futuro.
“Sabés que nunca pensé cuál es el motivo por el que me va bien”, dijo.
“Es que siempre tuvo un perfil bajo. Y tratamos de hacerle entender el nivel que tiene hoy en día, porque realmente es una de las mejores nadadoras del país y también a nivel regional”, destacó Zanetti, quien evaluó que “todo pasó en muy poco tiempo” y que “todavía tiene muchísimo por explotar”.
“Desde aquella Travesía ‘Irene Sosa’ hasta hoy pasó muy poco tiempo. De Micaela Sierra se habla desde hace años, se fue a entrenar a Estados Unidos. Nicole Frank viene siendo Frank desde chiquita. Y Andrea arrancó a ser Andrea hace dos años. En muy poco tiempo pasó todo esto”, reafirmó.
Dos horas y media diarias en el agua, y una hora más en tierra es el tiempo de trabajo que estableció el entrenador. “Sí, se dejan muchas cosas, sobre todo muchas salidas. Me junto con mis amigas cuando puedo, pero a veces prefiero quedarme nadando”, aseguró Andrea, quien va dejando atrás los nervios previos a cada competencia, luego de que prácticamente la consumieran en su primera competencia internacional, hace un par de años en el Torneo Mococa de Brasil.
Sanchis llega de entrenar durante varias semanas en China (“mejoré muchísimo en lo aeróbico”, confesó), y de una gran participación en el Sudamericano Juvenil de Perú. Ahora, se metió de lleno a pensar en el Mundial, en el que apuntará a “bajar mi marca y, en lo posible, disfrutar”.
“Fue todo una cosa muy cerca de otra, que no da siquiera para hacer un buen ciclo de entrenamiento. Por eso vamos a apuntar a lo físico, porque son pruebas cortas”, dijo el técnico con respecto a la planificación, sabiendo que los objetivos reales que puede plantearse un nadador uruguayo pasa por “mejorar sus marcas”.
Pero Andrea no quiere pensar mucho. Por el contrario, vive la realidad y el día a día, teniendo los pies sobre la tierra más allá de su enorme presente. “¿Cuánto más se puede mejorar? No me gusta pensar mucho en eso. Me falta un año y medio para irme a estudiar. Me encantaría continuar entrenando, pero voy a precisar el estudio”, dejó muy en claro.
Mientras, también hay que sumergirse en conseguir esos 3 mil dólares. Mañana, por lo pronto, habrá una función de Toy Story 4 a beneficio en Cine Shopping, a las 17.30. “La mitad de lo recaudado irá para esto”, dijo Andrea, que brazada a brazada intentará llegar al objetivo.