Imprentas solicitan apoyo del Estado para mantener abiertas las empresas

Las imprentas agremiadas en la Asociación de Industriales Gráficos del Uruguay (AIGU), hicieron pública su preocupación y una propuesta de “doce medidas de urgencia para detener la destrucción de la industria gráfica en Uruguay”, según un documento remitido a EL TELEGRAFO.
Los empresarios responsabilizan de los problemas económicos de este sector de la industria como un “daño colateral” a la implementación de la Factura Electrónica, debido a lo cual “decenas de imprentas cerraran y 1200 operarios perdieran su fuente de trabajo”, y que “no se adoptó, y se lo solicitamos varias veces, por parte del gobierno ninguna medida paliativa, compensatoria o que atenuara este impacto”, sino que afirman que la respuesta fue que se reconvirtieran, pero “no se acompañó de medidas concretas que posibilitaran y colaboraran con nuestras empresas para poder recorrer ese camino”.

PIDEN AYUDA PARA RECONVERTIRSE
Señalan que propusieron “posibles medidas que permitieran salvar a nuestra industria: préstamos, capacitaciones, compras estatales, exenciones impositivas, defensa del ingreso de productos impresos del exterior, etc”, pero que “ninguna fue considerada ni adoptada”.
No obstante, reconocen que “somos conscientes de la necesidad de reconvertirnos: la impresión digital, la impresión 3D, y en nuevos sustratos son ya el futuro de la gráfica, pero es imposible hacerlo en un contexto de crisis, pérdida de activos, caída de las ventas, aumento de reglamentaciones y deudas crecientes, necesitamos, ya el apoyo activo del Estado y sus organismos para recorrer ese camino de cambio”.
Tras recordar que el 88% de las imprentas del país son pequeñas y medianas empresas,y que desde 2011 “la AIGU ha mantenido reuniones con diversas autoridades del gobierno (Ministerios de Trabajo, Economía e Industria y DGI ) sin encontrar ningún eco a los reclamos sobre los perjuicios directos a esta”, presentan doce puntos “de urgente implementación para detener esta sangría y dar el tiempo necesario para la búsqueda de soluciones sustentables y definitivas”.

LOS DOCE PUNTOS QUE RECLAMAN
Es así que las empresas gráficas de todo el país demandan “detener el ingreso forzoso al sistema de facturación electrónica y permitir la salida del sistema a las empresas que lo deseen”; y señalan que el papel térmico donde se imprime la facturación electrónica “es altamente cancerígeno y poco confiable ya que la impresión se desvanece en poco tiempo, lo que obliga a fotocopiarlo si se quiere conservar como comprobante, mientras que el papel actualmente utilizado es reciclable. A los efectos de preservar la salud de la población solicitamos considerar este tema seriamente”.
También piden que en forma obligatoria la copia física de la factura electrónica deba ser emitida en una hoja preimpresa (como era hasta hace poco), y que esas libretas tengan vigencia por dos años, y no cinco como es ahora. Solicitan una “amnistía tributaria a las empresas gráficas que se hayan visto obligadas a incurrir en incumplimientos”, la rebaja de los aportes patronales al BPS, “volviendo al 2,5 % de empresas manufactureras como fue vigente hasta el año 2005”; dar 24 meses de plazo para el pago de despidos y aumentar para la industria gráfica a 12 meses el Seguro de Desempleo; que se priorice a empresas locales en licitaciones públicas en las que participen empresas instaladas en zona franca y/o exterior.

CIERRE DE IMPRENTAS PÚBLICAS
El octavo punto de las demandas es que los impresos estatales y de las oficinas públicas sean obligatoriamente realizados por imprentas del departamento que las requiera; aplicar un arancel a los productos impresos, ya sean estuches, etiquetas, catálogos o similares, que ingresen al país con los productos importados y también exigir que los catálogos y etiquetas de los productos importados tenga su información en español.
Asimismo, en el punto 10 entienden necesario el “cierre de las Imprentas Estatales, municipales o nacionales, que compiten con nuestra industria, así como el trabajo para terceros de UTU Artes Gráficas”; la rebaja sustancial de aranceles al ingreso de papeles e insumos gráficos y por último “canalizar a través del Fondes y Transforma Uruguay, créditos blandos para la reconversión de empresas gráficas con las nuevas tecnologías, siendo apoyados y asesorados por Inefop en los proyectos a ser presentados”.