Un incendio en la estancia turística La Paz afectó solo parte del edificio

Un incendio de grandes proporciones se registró en la casa principal de la estancia turística La Paz, ubicada a pocos kilómetros al suroeste de la intersección de rutas 3 y 24, donde el cortocircuito del sistema de una manta eléctrica inició el foco en el primer piso de la vieja torre ubicada en uno de los extremos del edificio central, construida hace 156 años.
Al notificarse del hecho a la policía, acudió al lugar un vehículo y personal del Departamento de Seguridad Rural, que era el móvil policial más próximo al lugar. Constató la denuncia de incendio y luego llegó desde Paysandú la autobomba número 411 de la Dirección Nacional de Bomberos, que se encontró con un incendio de grandes proporciones en una edificación de dos plantas, con el riesgo de que el fuego se propagara al resto de la vivienda. Un rápido ataque de los efectivos logró evitar que el fuego se propagara, así como que se registraran mayores pérdidas edilicias. Se utilizó el contenido de la piscina de la estancia para abastecer la autobomba dado que se debió utilizar mucha agua para poder extinguir el foco ígneo.

FUEGO EN UN DORMITORIO Y EL LIVING
El incendio comenzó en el primer piso, donde está el dormitorio principal del viejo casco, a causa de un cortocircuito en el sistema de una manta eléctrica, según dijo a EL TELEGRAFO la principal del establecimiento agropecuario y estancia turística, Anne Wyaux, señalando que “no estábamos en ese momento”. El fuego afectó parte de la casa principal, y no donde se alojan normalmente los turistas, “y es donde vive exclusivamente la familia, no tiene nada que ver con la parte turística”, explicó. “Lo que se quemó fue la parte interna del living grande y una habitación principal, el resto de la casa no fue afectada”. Sobre el origen del fuego, dijo que “fue un cortocircuito en una manta eléctrica”.
Detalló que “el casco de la estancia, donde vive la familia, es de 1860 y fue hecho por los primeros dueños, por lo que es el emblema de la estancia”. El incendio, aparentemente, no afectó seriamente la estructura, aunque “habrá que cambiar las aberturas, las paredes están, y seguramente necesitaremos hacer un poco de obra adentro para dejarla como estaba”.

CONSTRUIDO EN 1863 POR INMIGRANTES INGLESES
El edificio central de la estancia, data de 1863, cuando llegó al lugar el inglés Bannister Hughes, que compró esas tierras y fue pionero en el sistema de alambrados de los campos, que se comenzó con los primeros postes que trajo desde Liverpool, y que aún están colocados en la entrada a la estancia. En 1960 compró el campo el belga Pierre Wyaux, que era ingeniero agrónomo y había venido tiempo antes con su señora Marie-Helene como empleado de una empresa belga para plantar remolacha azucarera.
El casco –incluyendo la parte que se incendió– estaba en tan mal estado que las primeras noches durmieron bajo la galería. En 1964 viajó a Francia e importó ejemplares de la raza vacuna Charolais, dedicándose también a la ganadería. Cinco años más tarde, 106 años después de la primera construcción de la casa principal, reconstruyó el casco original, conservando el estilo colonial del año 1863, y también la capilla con vitreaux del siglo XIX.
Hasta 1987 fue proveedor de remolacha para Azucarlito, concentrándose posteriormente en la ganadería, y hasta participando en las muestras del Prado con sus productos Charolais.