Un automóvil Overland Whippet del año 1929 bien conservado en su mecánica y en lo estético, cerrado, dos puertas, con grandes cristales, pintado de color azul y al cual incluso ahora su propietario le llevará a cabo una restauración en los estribos y las ruedas, está circulando por Paysandú, demostrando así la fortaleza con que fueron dotados estos vehículos allá en la lejana época de su fabricación.
Seguramente los memoriosos y sobre todo aquellos que ya cuentan con muchos años de edad, recordarán que Paysandú contó en su parque automotriz allá en los albores de la década del treinta, con unidades de esta marca y modelo; incluso alguno de ellos fue presentado oportunamente en estas páginas.
Este Overland Whippet está impulsado por su motor original de seis cilindros en línea y es propiedad de Gerardo Hornos. Precisamente Hornos manifestaba que este automóvil perteneció a Thelmo Alonso. Lo compró hace 10 años, pero recién ahora comenzó a sacarlo a la calle.
El auto luce en buenas condiciones. En su frontal muestra los grandes faros ubicados sobre una barra transversal a los lados del capot. La parrilla es más ancha en su parte inferior que en la superior, los paragolpes son de doble barra.
Está pintado de color azul con los guardabarros de color negro al igual que los rayos de madera de las ruedas.
Precisamente allí se llevarán a cabo refacciones, dejando los estribos y las ruedas en color madera. La carrocería es enteriza. Su perfil es largo y los guardabarros de buen tamaño. En el habitáculo se aprecian dos butacas adelante y un asiento atrás.
En fin, un auto que ya tiene casi noventa años y se desplaza muy campante.
