El Grupo Apícola de Paysandú (GAP) recibió días atrás las auditorías de certificación de la cadena de custodia PEFC de productos apícolas con origen forestal sostenible, marcando el cierre de la etapa de implementación del sistema de certificación de productos apícolas originados de áreas forestales bajo un manejo sostenible de la empresa UPM.
El grupo de apicultores sanduceros está integrado por Diego Termezana, Dardo Cima, Carmen Portela, Mauro Cadenasso, Mauricio Ojeda, Gonzalo Fernández y Edgardo De Gregorio. A ellos se suman productores individuales de otras zonas del país, que son: Federico Appolonia, Fernando Camejo, Carlos Demov, Roque Panzl y Martín Sarla, quienes estarán en condiciones de comercializar su miel 100% certificada PEFC una vez emitidos los certificados correspondientes.
“Es una certificación que lleva un control sobre la localización de las colmenas, que debe ser dentro del predio forestal, y a su vez un control sobre el manejo de las colmenas, lo cual es una cadena de producción que va desde el ingreso al predio, hasta la salida del producto”, manifestó a EL TELEGRAFO Dardo Cima.
Recordó que “estamos trabajando con la empresa UPM”. A mediados de enero y los primeros días de febrero, “ingresamos la mayoría de las colmenas en los montes para la obtención de miel de eucalipto, por lo que se realizó el seguimiento desde donde salieron las colmenas y hasta donde se ubican actualmente”, dijo el apicultor sanducero.
Al ingresar las colmenas, “comenzó un registro con los forestales, los guardabosques, quienes van a trabajar en las colmenas, ya que tenemos todos los empleados en regla, y quienes no los tienen, cuentan con su empresa en regla”.
Cima manifestó que “al tener estos controles, nos ayuda a nosotros mismos a saber de qué predio vino la miel, de dónde se sacó, cuánta producción se obtuvo, siendo una trazabilidad bien implementada, como pide el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
El grupo también tiene certificación de miel orgánica desde hace un tiempo, y aclaró que la certificación PEFC –de la auditoría recientemente realizada–, además del análisis de las mieles, debe contar con colmenas a más de 3 kilómetros de plantaciones de praderas, sojas y monocultivos, y especialmente de transgénicos.
De todas maneras, reconoció que en la actualidad las mieles que no tienen residuos de agroquímicos “como las nuestras, también son difíciles de vender, por más certificados que tiene el grupo”, sostiene Cima. “Es un tema de mercado que está muy complicado, pero estamos preparados para destacar nuestras mieles cuando esto se termine”, dijo.
“Y espero que cuando esto termine no nos terminemos nosotros. Hoy estamos vendiendo nuestras mieles entre U$S 1,30 y U$S 1,50, y con estos valores es inviable para producir”, dijo. De los 12 reconocidos en el Uruguay con la certificación PEFC, “8 somos de Paysandú, siendo esto la primera experiencia en el mundo”.
