Tribuna indebida

Utilizar el aparato estatal para hacer campaña electoral es de muy bajo tenor y es un camino peligroso que atenta contra la democracia. Eso sucedió con el ministro de Economía, Danilo Astori, quien salió a pegarle al programa del candidato presidencial blanco, Luis Lacalle Pou, en una nota con el portal de Presidencia. Una inconstitucionalidad que ya no sorprende por parte de elementos del actual gobierno, pero que nos demuestra lo bajo que han caído algunos con tal de socavar la campaña del rival.
Para Astori “evidentemente” las elecciones de octubre y noviembre ponen en pugna en el país “dos visiones muy diferentes acerca de la situación actual y del futuro del Uruguay”. De un lado la del Frente Amplio que tiene 15 años en el gobierno con “rumbos estratégicos muy definidos”.
El ministro de Economía señala entre esos rumbos el crecimiento económico “como nunca” antes que se dio junto a un incremento “notable” en “la calidad y en la cantidad de la agenda de derechos de los ciudadanos”. Como corolario apunta contra Lacalle Pou: tiene “una cantidad de propuestas absolutamente imposibles” salvo que se “practique un feroz recorte del gasto público”.
Ya que un representante del Poder Ejecutivo, que representa a todos los uruguayos –y todo es más allá de sus partidarios–, hable de esta manera para la tribuna, rechina e indigna. Y que utilice un soporte estatal, que pagan y sostienen todos los ciudadanos de este país, enerva un poco más y cualquiera se pregunta hasta dónde son capaces de seguir con sus inconstitucionalidades.
Lo paradójico es que el propio el presidente Tabaré Vázquez, según el prosecretario de la Presidencia Juan Andrés Roballo, no estaba enterado de la aparición de la entrevista de Astori. Roballo aseguró que le resultó sorpresiva la publicación realizada por la web de Presidencia. “Me encontré con eso, fue sorpresivo, no lo conocía. Creo que lo tenemos que revisar para ser auténticos y brindarle garantías a la sociedad en ese sentido”, expresó el prosecretario.
Roballo indicó que Vázquez “es muy celoso en estas cosas, es muy serio en estas cosas”, si bien explicó que no está al tanto de todas las publicaciones que se realizan en Internet. “Si se generó esta situación la tenemos que revisar y analizar para tomar una decisión coherente en ese sentido”, indicó.
De cualquier modo, esta supuesta sorpresa difícilmente conlleve a un tirón de orejas para Astori, que utilizó recursos del Estado para hacer propaganda política y juntar votos de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo. Hay que recordar que el uso de ese espacio solo lo autoriza el presidente Vázquez a través del prosecretario.
No sería la primera vez que Vázquez no sabe cosas que debería saber. El mandatario firmó sin leer un fallo del tribunal militar y el otorgamiento de la cadena a Jorge Larrañaga respecto al referéndum sobre seguridad. Ahora tampoco sabía del otorgamiento del portal de Presidencia a Astori para propaganda del Frente Amplio. Y en el fondo, periodistas militantes que no ven incorrecto el uso de medios de Presidencia para atacar las propuestas de candidatos de otros partidos. Bien podrían trabajar en medios como el cubano Granma.
“Utilizar el portal de Presidencia de la República para criticar a la oposición en plena campaña electoral es propio de una tiranía caribeña. Están perdiendo los modales, la dignidad y el respeto a la Constitución”, escribió en redes sociales el periodista y ahora devenido político (del Partido Independiente), Gerardo Sotelo. No le falta razón, en una práctica que se va haciendo costumbre: la que hago lo que quiero con la Constitución y que tiro para el lado que se me antoja, olvidándome a quiénes represento.
En las dictaduras caribeñas lo típico es ejercer el mando sin respeto por las instituciones, sin separación de poderes, sometiendo las libertades básicas; a su vez, tomar el aparato estatal para el propio beneficio para llegar a todos lados y así socavar la opinión contraria. Por eso lo de Astori, y por ende de Presidencia, es peligroso para la democracia y es un camino que puede no tener retorno si se profundiza.
Esta manera de saltearse la constitución, sin respetar que una vez que se es gobierno se pasa a representar a todos los uruguayos incluso los que votaron por otra opción, resultó muy frecuente durante la Presidencia del inefable José Mujica. El supuesto paladín de los más desprotegidos, nunca perdió la oportunidad para hacer campaña por el Frente Amplio cuando era presidente, cosa que está vedada por su figura como tal.
Vázquez también tomó esa mala costumbre y basta recordar aquel acto en el Antel Arena –realizado el pasado 1º de marzo–, en el que supuestamente se presentaba para rendir cuentas al pueblo. Terminó siendo un fasto, que pagamos todos los contribuyentes, para ensalzar las bondades del partido de gobierno y del actual Poder Ejecutivo.
Se necesita más seriedad y tener más en claro el papel que se cumple, una vez que se asume la responsabilidad de gobernar. Es notable la capacidad que se tiene en caer en que se puede hacer cualquier cosa. No es digno de nuestra tradición democrática.