El ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi, se mostró receptivo al planteo formulado por la empresa local Azucarlito en lo que refiere a la necesidad de que se corrija el decreto que modificó los aranceles para la importación de azúcar refinado con destino a la industria, habida cuenta del perjuicio que implica para las refinadoras Alur y la empresa sanducera, que trabajan con costos que dependen de este arancel.
El director gerente de Azucarlito, Miguel Fraschini, destacó a EL TELEGRAFO que en el marco de la visita que realizó este viernes a Paysandú el secretario de Estado, tuvo la oportunidad de celebrar una reunión con el jerarca, a la que calificó como “muy positiva, en muy buenos términos, donde fue muy receptivo a todos nuestros planteos, a nuestra situación. Se comprometió a dar una respuesta acorde a nuestras expectativas y las necesidades que tenemos en cuanto a equiparar las rebajas consulares que aplicaron a los importadores de azúcar refinado”.
Adelantó además que el ministro anunció que hará una próxima visita a Paysandú el 3 de octubre y que en esa oportunidad habrá de realizar una visita a la planta de Azucarlito, lo que no pudo hacer este viernes por lo ajustado de la agenda.
Consideró Fraschini que “se interesó por la situación de Azucarlito, y prometió una visita en su próxima venida. Quedamos con la sensación de que ha sido receptivo, que entendió la problemática de la empresa y que va a buscarle la vuelta” a la situación que se ha planteado.
Asimismo, para el empresario, al revisar el arancel que favorece la importación de azúcar refinado, “claramente no tuvieron en cuenta la situación de Azucarlito y el hecho de que la dejan en desventaja”.
Como diera cuenta EL TELEGRAFO, entre las 14 medidas dispuestas por el gobierno para afrontar la coyuntura económica, figura la reducción en dos puntos porcentuales del arancel a la industria alimenticia para la importación de azúcar refinado, pero este es precisamente el margen diferencial que incide en la ecuación económica de Azucarlito en el refinado de azúcar crudo.
Fraschini consideró que esta medida afecta seriamente la competitividad relativa del refinado, en un momento en que la refinadora sanducera había celebrado contrato con empresas industriales de porte, aunque con márgenes muy ajustados, margen este que se pierde con la medida que abate la diferencia en las tasas consulares.
Explicó el empresario que traer azúcar importado pagaba un 5 por ciento de tasa consular, en tanto Azucarlito lo hace en un 3 por ciento. “Esa pequeña diferencia de tasa es la que nos estaba permitiendo recuperar parte del mercado de la industria alimenticia, que es el más competitivo. Con esa rebaja de dos puntos, el precio del importado baja unos 8 dólares por tonelada”, los que son vitales “para que podamos seguir compitiendo”.