Solicitada

A PROPÓSITO DE LA ODISEA
DE LAS CUATRO PILAS
El domingo 11 de agosto, publica en sus páginas diario EL TELEGRAFO una crónica periodística que da cuenta de la odisea de cuatro pilas que, agotadas, un ciudadano procuró desechar sin éxito en Paysandú. La crónica detalla las peripecias del viajero para deshacerse de las cuatro pilas en desuso, entre las que se cuenta, además de recorrer plazas y espacios públicos, recurrir a oficinas del gobierno departamental, en busca del asesoramiento que le brindara la solución que buscaba y necesitaba, de acuerdo con su formación en materia de cuidado del ambiente. Es sabido a esta altura de los acontecimientos, que la gestión ambiental de este gobierno departamental del Frente Amplio encabezada por el Dr. Caraballo, dista mucho de lo que hizo el Partido Nacional durante el período anterior –años 2010 a 2015–. Durante el período de gobierno en curso, la actual administración no solo no ha realizado ninguna innovación a partir de la realidad de avanzada que se le dejó funcionando (y que está documentada), sino que ni siquiera ha podido mantenerla.
Un ejemplo evidente, es el caso de la peripecia de las pilas a que refiere la crónica. Durante esa administración municipal 2010-2015, encabezada por el Intendente Bertil Bentos, la gestión de pilas estuvo atendida, contando con recipientes para disposición de pilas en desuso, no solo en dependencias municipales como el Palacio Municipal, o la Dirección General de Servicios. También las hubo en otras dependencias tanto públicas como privadas que colaboraban activamente en el cuidado del ambiente. Así fue que se involucraron varios centros de enseñanza, tanto en Paysandú ciudad como en el interior departamental, y emprendimientos privados como Forestal Oriental, Ambev, Comepa, por citar algunos. Además, se contaba con sitios especiales de disposición final segura de pilas en desuso, tanto en el relleno sanitario municipal, como en la Dirección General de Servicios, ambos acondicionados siguiendo las indicaciones de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) del Mvotma, donde se procedía a dejar las pilas inertes mediante la cementación de las mismas. Todo esto, bajo supervisión técnico profesional de personal municipal idóneo. En lo que va de esta administración, la gestión sustentable de pilas en desuso, como tantos otros componentes de la gestión ambiental, casi desapareció. El personal técnico profesional que asesoraba en la materia fue apartado de sus funciones, se lo recluyó en una oficina aislada, se le redujo el salario, se lo sustituyó en la labor por funcionarios provenientes de otras dependencias municipales y se contrató gente de afuera, sin idoneidad ni experiencia en el tema.
Es una pena que la administración actual prescinda de personal municipal técnico profesional presupuestado y con experiencia en el tema, que podría seguir brindando soluciones a los problemas que enfrenta la ciudad y el departamento todo. Así se llegó al extremo que relata la crónica del diario, sobre el día que visitó nuestra ciudad un ciudadano bien educado ambientalmente y no encontró donde disponer de manera segura 4 pilas en desuso, ni nadie que le pudiera indicar dónde hacerlo. Persistir en esta actitud, continuará conduciendo a que cuando queramos tirar “cuatro pilas en desuso”, nos va a pasar lo mismo que le pasó al visitante del que da cuenta la crónica de EL TELEGRAFO, la que al poner al desnudo una de las tantas falencias de nuestra ciudad, nos llevó a realizar estas consideraciones. Mostrando su incoherencia, nuestra Intendencia sueña con polos tecnológicos de primer mundo, mientras nos empuja a seguir tirando las pilas en desuso con su brutal carga contaminante…¡al tacho de la basura! En vez de estar “como los chanchos flacos, soñando con grandes maizales”, sería bueno que restituya funciones al personal técnico profesional con que cuenta y retome la gestión ambientalmente sustentable de las pilas en desuso, de forma que tanto vecinos como visitantes, podamos deshacernos de todas las pilas como corresponde en el siglo XXI.
Ing. RamónAppratto Lorenzo