Tres de los seis sistemas utilizados para mejorar la durabilidad de los caminos rurales, en una prueba realizada en el camino “De las Avenidas”, que sale de ruta Nº 3 hacia el Sur a pocos metros de la estación de servicios, pasaron la primera prueba de los dos años de duración.
Se trata de la aplicación de nuevas tecnologías –en seis diferentes productos– para brindar mayor durabilidad y calidad de rodamiento a la caminería rural en un tramo de 11 kilómetros de ese camino, en el marco del Programa de Caminería Rural del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), la Facultad de Ingeniería y la Intendencia de Paysandú.
De acuerdo a las mediciones realizadas a junio de 2019, “tres de los seis tramos estabilizados superan el valor máximo considerado como aceptable (tramos 1, 2, 3)”, pero “los tramos 4, 5 y 6 se mantienen dentro de lo aceptable”, dice el último informe elaborado por los técnicos para la OPP, y al que EL TELEGRAFO tuvo acceso.
De todas maneras, la evaluación económica final “dependerá del comportamiento que presenten en los próximos meses”, aunque reconocen que “es válido establecer algunas conclusiones generales referidas a la conveniencia del uso de estos productos estabilizantes”, considerando que para hacer el mantenimiento normal de un camino vecinal, debe tenerse en cuenta que hay traslado de las máquinas viales, traslado de tosca para la base del camino, además de –y esa es una de las principales razones– los problemas que se dan cada vez que llueve mucho, lo que podría significar que la salida de la producción se demore o bien que el camino quede en malas condiciones al circular camiones pesados con el suelo mojado.
CÓMO FUE LA PRUEBA
El proyecto de prueba se realizó sobre un tramo con una extensión de 10,8 kilómetros ubicado en el Camino de las Avenidas, junto a Constancia, el cual se extiende hacia el Este, desde el kilómetro 0 que es el cruce con la Ruta 3 donde no hay estabilizante y se usó como “testigo”, y sí hay productos colocados en la tosca desde el kilómetro 1,360 hasta los 12,2 kilómetros.
Dicho tramo fue segmentado en ocho subtramos de 1; 1,5 y 2 kilómetros sobre los que se dejaron dos tramos testigo y seis tramos con aplicaciones de productos estabilizantes de suelo, los cuales otorgan de diferente manera mayor durabilidad a la estructura de base.
El objetivo principal fue comprobar en campo, sobre un camino rural de tosca sin capa de rodadura, la performance y durabilidad que se logra con la aplicación de cada uno de estos productos, y realizar un análisis de costos asociados a estas tecnologías y compararlos con los costos habituales del mantenimiento tradicional de caminería rural.
Se consideró la condición de no realizar obras de ningún tipo sobre los tramos estabilizados (durante su etapa operativa). En cambio, sobre los tramos testigos, sí se consideró la realización de obras de forma de mantener la condición mínima aceptable.
LA COMPARACIÓN ECONÓMICA
En base a este esquema la prueba estableció, como uno de sus objetivos, hacer una comparación económica entre los costos que genera el mantenimiento de la caminería tradicional y los costos que genera la caminería mejorada o estabilizada. Por una parte se contabilizaron los costos de mantenimiento de los tramos testigo y por otro los costos generados por la estabilización de los tramos mejorados.
Está claro que el incluir aditivos estabilizadores aumenta los costos de inversión inicial y reduce los costos posteriores de mantenimiento. Por otra parte, la caminería tradicional propone inversiones iniciales de menor magnitud y gestiones de mantenimiento de alto costo. El horizonte temporal de estudio se fijó en un período de observación de dos años en primera instancia (que es lo que establece este informe de OPP) y posteriormente considerar para el informe final el período definido por la vida útil del producto estabilizante que determine el final de la prueba (el de mayor durabilidad).
Los productos aplicados en cada tramo fueron en el tramo 1 producto Soil Plus en 1.000 metros; tramo 2 Tecofix en 1.000 metros; tramo 3 con Cemento Portland en 1.500 metros; tramo 4 con producto Roadfix en una extensión de 2.000 metros; tramo 5 con RMS en 2.500 metros; tramo 6 con producto Polyses en 2.000 metros y tanto el primer tramo de 900 metros como el último tramo de 940 metros se utilizaron como “testigos” sin producto.
LOS TRES QUE VAN PASANDO LA PRUEBA
Para la preparación del tramo, durante los meses de octubre 2016 a enero 2017 se realizaron obras de reacondicionamiento en todo el tramo de forma de asegurar las condiciones necesarias para la aplicación de los aditivos estabilizantes. Las obras, ejecutadas por parte de la IDP, consistieron en la realización de un recargo continuo de 10 centímetros de espesor en todo el largo del tramo, además del mejoramiento de la componente hidráulica (reparación y construcción de alcantarillas y badenes). De esta forma se brindaron las condiciones básicas necesarias para la aplicación de los distintos productos, además de conformar un tramo con iguales condiciones de material de base en toda su extensión.
Pasado este tiempo, el informe establece que “los tramos correspondientes a los productos 4, 5 y 6 tienen un comportamiento bastante similar entre ellos. Se observa un comportamiento algo fluctuante con el tiempo, que tal vez esté asociado con las condiciones de humedad del terreno de base y del pavimento granular con aditivo. El comportamiento es de alguna forma más dúctil que en el caso de la aplicación de los otros aditivos. Se puede decir que la vida útil sin mantenimiento puede ser de 24 meses o más. Prácticamente podemos decir que el comportamiento de los tres tramos con aditivos es equivalente”.
Paysandú tiene 2.528 kilómetros de caminos rurales, de los cuales unos 450 recibirían este tratamiento, según las estimaciones de la OPP, y de los 38.069 kilómetros que hay en todo el país con este tipo de caminos, serían unos 10.000 kilómetros.
