Un hecho inusual ocurrió en Artigas cuando la caldera de una piscina voló más de cien metros, a raíz de una explosión, y perforó el techo de una finca. Pese a las características, felizmente no hubo que lamentar heridos y solo se trató de un susto.
Según consignan colegas del norte del país, Alex Villarreal estaba en Quaraí cuando le avisaron que en su casa había explotado la caldera industrial que usa para el agua de la piscina que tiene en la terraza. Cuando llegó, se encontró con personal de Bomberos y la Policía. “Entramos, mi hijo estaba shockeado. Esto era todo escombros, no estaba más la caldera. Nunca me imaginé dónde estaba”, contó Villarreal.
La caldera de 250 kilos, que compró usada hace tres años, había volado más de cien metros y se había incrustado en el techo de otra familia. Luis Lucho, dueño de casa, dijo a Artigas Noticias que estaban por comenzar a almorzar cuando sintieron una estampida como un rayo sobre su casa. “Vi el techo hundido y un artefacto hirviendo. No entendía nada”, comentó.
En tanto su esposa, Mirta Fagúndez, comentó que la caldera pasó por encima de “dos casas de dos pisos, la presión con la que venía fue tremenda”. “Mi marido salió pensando que era un rayo, pero cuando miramos para arriba estaba el techo todo caído. Rompió todo el techo del dormitorio y del baño”, relató. La caldera tiene un sistema de escape de vapor por válvula, que se habría tapado y tomó presión por la temperatura. Al romper el techo de isopanel también lo quemó. Por su parte, el dueño de la caldera habló con los damnificados y les dijo que se hará cargo de todos los gastos de reparación causados por el accidente.
