En los próximos días se retomarán las obras del Parque Central por parte de Nacional, luego de que los trabajos se paralizaran por motivos económicos, por lo que se espera terminar loa palcos de la tribuna José María Delgado, así como completar el cerramiento exterior y las escaleras de dicha tribuna.
La polémica se ha instalado hace muchos meses, teniendo en cuenta que quienes compraron palcos todavía no han recibido las instalaciones. “Hay 3.500 personas que en su gran mayoría son socias de Nacional y hace cinco años pusieron mucho dinero para tener su lugar y no lo tienen”, había señalado hace algunos días el vicepresidente tricolor, Alejandro Balbi.
El dirigente agregó además que una vez que la maquinaria ingrese al Parque Central no se retirará hasta en tanto las obras planificadas no finalicen, a diferencia de lo que sucedía en la presidencia de José Luis Rodríguez. Balbi explicó que “tenemos hace un mes una auditoría operativa arriba de la mesa y será volcada en la asamblea. Aquello de meter las máquinas, sacarlas y parar las obras, le salió dos millones de dólares a Nacional. Esta directiva no va a recorrer ese camino”.
Por lo tanto, seguramente el que jugó anoche podría ser el último partido de Nacional en el Parque Central, por lo que lógicamente ya se anunció que el clásico ante Peñarol se jugará en el Estadio Centenario, con el tricolor como local, el domingo 17 de noviembre.
La directiva tricolor anunció que se le cederá a los hinchas de Peñarol la totalidad de la Tribuna Ámsterdam del Centenario, así como la mitad de la Tribuna América, pese al reclamo de algunos hinchas de Nacional que pedían que solo se le cedieran a los aurinegros 2.000 entradas, las mismas que Peñarol dio a los tricolores en el clásico del Apertura, jugado en el Campeón del Siglo.
Y Balbi plantó bandera que, económicamente, Nacional no está en condiciones de poder hacerlo porque necesita el dinero.
“Realmente tenemos una situación económica que es absolutamente crítica y no nos podemos dar el lujo de, en un partido que seguramente sea a estadio lleno, regalar una cantidad de entradas y un ingreso económico que para Nacional es vital. Nacional está con cero peso en caja. No hemos podido vender jugadores y todo lo que hemos hecho este año es magia, pero la magia se acaba. El hincha tiene que saberlo. Yo también fui hincha y me encantaría jugar en el Parque y darles 2.000 entradas, pero los que ponemos la cara con los jugadores somos Decurnex (José, el presidente) y yo. Los jugadores tienen el derecho de cobrar sus salarios”, remarcó.