Estudiantes de la Escuela 33 colocaron código braile para personas no videntes en un 24 horas

El letrero en Braille que fue creado por los niños para las personas no videntes.

Los 28 alumnos de segundo año de la Escuela 33 vienen trabajando desde hace un tiempo en un proyecto que busca ayudar a las personas no videntes o con baja visión, y días pasados realizaron el cierre del proyecto de Red Global y Club de Ciencias colocando en un 24 horas cercano a la institución.
“Ellos vieron que las personas no videntes o con baja visión no iban solos a los supermercados o almacenes, por lo que comenzaron este proyecto como actividad de pensamiento computacional en donde debían dar indicaciones de ‘delante, atrás, derecha o izquierda’”, comenzó explicando la docente Rossana Figueroa. En ese sentido, decidieron vendarle los ojos a uno de los alumnos, quien dijo sentir “miedo, se vio indefenso, que no se animaba a buscar las cosas, por lo que los compañeros empezaron a darle órdenes, pero vieron que no servían y lo tuvieron que guiar”, añadió.
En ese momento, los niños se preguntaron cómo hacían las personas no videntes para desenvolverse, incluso dentro de su propia casa. Fue en ese momento que comenzaron a buscar soluciones, e investigando se dieron cuenta que no existía censo en las escuelas ni departamental, de cuántas personas tenían ceguera o baja visión, por lo que hicieron encuestas en los almacenes de los barrios y se percataron de que las personas que iban lo hacían acompañadas, pero no había personas que lo hagan solos.
Los estudiantes continuaron investigando cómo hacían con el dinero, por lo que descubrieron el código braile y comenzaron a investigarlo. “Buscamos aliados en la Escuela 6 y 106 que tienen el aula de baja visión, vino Blanca Celada que es una maestra retirada que trabaja con baja visión”, señaló la docente.
“Encontramos que existe una máquina de escribir especial, en la Escuela 6 hay una, nos prestaron y vino Andrés, un niño con ceguera nos enseñó a usarla”, indicó Figueroa. “Entre la máquina y código Braille que teníamos, empezamos hacer las tarjetitas para poner en las góndolas; conseguimos un aliado del ’23+1’ que nos permitió hacer la experiencia en su local”, agregó.
Asimismo, se percataron de que hay artículos que ya vienen con Código QR, por lo que se bajaron la aplicación y los mismos niños realizaron sus propios códigos con el producto y el precio. Bajaron la aplicación “QR Speech” que funciona que al pasar por delante del producto una voz indica qué producto es y su costo, por lo que serviría para las personas con baja visión.
El trabajo lo realizaron “con los productos más básicos, con la ayuda de Estefany Álvarez, una maestra de baja visión que nos ayudó junto a Andrés, porque se nos complicó para hacerlo solos”, comentó Figueroa.
Este trabajo de los niños fue colocado en un comercio 24 horas cercano a la Escuela 33, con el objetivo de que las personas con baja visión o ceguera puedan realizar sus compras solos. Para que exista, una real inclusión.