Noviembre, mes de la prevención respecto al cáncer de próstata

Este mes de noviembre ha sido incorporado como un período de concientización a nivel internacional respecto a la necesidad de acciones preventivas respecto al cáncer de próstata, por lo que se le ha catalogado como “Noviembre Azul” por las organizaciones que intervienen en esta cruzada en aras de una mejor salud masculina.
Por lo tanto, en este Noviembre Azul de prevención se hace hincapié en que más de 600 uruguayos mueren por año de cáncer de próstata y que 1.500 nuevos casos son detectados por año.
Luego del exitoso apoyo recibido desde el 2016 y durante todo el mes noviembre, la Sociedad Uruguaya de Urología (SUU) y el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) promueven sumarse nuevamente a la campaña internacional denominada Noviembre Azul, unificando esfuerzos desde todos los actores de la sociedad para concientizar y prevenir este tipo de cáncer.
La idea es que varios edificios públicos y privados emblemáticos se identifiquen durante este mes con la causa, en apoyo a la campaña internacional que propone concientizar sobre la salud masculina.
El Noviembre Azul tiene el papel crucial de informar al público acerca de lo que es el cáncer de próstata y alentar a los hombres a concurrir al urólogo para prevenir esta enfermedad. La Sociedad Uruguaya de Urología considera que re en general”.
Puntualiza que “creemos en un enfoque mucho más general de la Salud Masculina. No solo en lo que refiere al cáncer de próstata sino también a la salud del hombre en general”.
Puntualiza que “se sabe y está comprobado científicamente que los trastornos de la erección de causa vasculogénica, anteceden 5 años a la aparición de eventos coronarios. Es así que captando a ese 50% de los pacientes que tienen algún tipo de disfunción sexual eréctil por encima de los 50 años, y estudiando su metabolismo, podemos anticiparnos a un infarto de miocardio. Simples test de diabetes, colesterol y abandonando el tabaquismo y los hábitos sedentarios alcanzan para prevenir esto y, a su vez, mejorar aquel motivo de consulta¨.
El presidente de la SUU, Dr. Enrique Cardozo, al señalar estos aspectos, trajo a colación que este cáncer empieza en la glándula prostática. “La próstata es una pequeña estructura con forma de nuez que es parte del aparato reproductor masculino. Este órgano que se encuentra por debajo de la vejiga, rodea la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. Tiene un componente hormonal en su origen y la testosterona es la hormona implicada”, explicó.
A su vez es el cáncer parenquimatoso de mayor prevalencia aún por encima del cáncer de pulmón. Es el segundo cáncer de mayor mortalidad en el hombre, y el primero en mayores de 75 años y es raro en hombres por debajo de los 40 años.
“Esta incidencia en la mortalidad, viene disminuyendo en los últimos años producto de los nuevos tratamientos tanto curativos como paliativos. La aparición de nuevas drogas ha permitido transformarlo en un cáncer con una larga sobrevida. Hay anualmente en torno a los 1.500 nuevos cánceres de próstata en Uruguay, con una mortalidad algo por encima de los 600 casos anuales”, acotó.

FACTORES DE RIESGO

Hay un mayor riesgo en hombres de raza negra y en aquellos con familiares de primer grado que hayan tenido cáncer de próstata o de mama. Padres, hermanos, tíos. También hay una mayor incidencia asociada a la obesidad y a las dietas ricas en grasa. El control del colesterol es importante para su prevención. Hay una relación importante a lo que se conoce como síndrome metabólico: diabetes, hipogonadismo y colesterol elevado, destacó.
Asimismo, no debe confundirse con la hiperplasia prostática benigna, que es el agrandamiento de la próstata por desbalances hormonales que puede producir síntomas de un incorrecto vaciado de la vejiga y a su vez, en valores no muy elevados, aumentar el marcador sanguíneo que se utiliza para su detección precoz, el Antígeno Prostático Específico o PSA por sus siglas en inglés. Este marcador es tejido prostático específico y no cáncer específico. Puede elevarse tanto por la presencia de un cáncer como también por procesos inflamatorios o infecciosos de la próstata, o por gramo de tejido en aquellas próstatas benignas de gran tamaño.
La recomendación es consultar al urólogo por encima de los 45 años o por encima de los 40 años si se está dentro del grupo de riesgo. Los tratamientos para el cáncer de próstata se dividen según el mismo esté confinado al órgano o no. Si está localizado, los tratamientos van desde la vigilancia activa, cirugía radical ya sea abierta, laparoscópica o asistida por robot, a la radioterapia con criterio curativo. También hoy se cuenta con tratamientos focales en investigación curativos cuya respuesta deberá evaluarla el tiempo. Para los cánceres ya extendidos fuera de la glándula se utilizan tratamientos hormonales protocolizados contando con varias drogas que extienden la sobrevida del paciente con una buena calidad de vida.