“Se espera que la inmensa mayoría de los que votaron a Daniel y a Lacalle en la primera vuelta lo vuelvan a hacer en la segunda, aunque eso no está claro porque muchas veces hay militantes que en la primera vuelta votan al diputado de la localidad y no necesariamente tienen el voto y el trabajo militante para una segunda vuelta”, dijo a EL TELEGRAFO el electo senador Óscar Andrade.
Argumentó que “hubo un tercio del electorado que no votó a Martinez o Lacalle Pou, y precisamos de ese tercio del electorado cerca de nueve puntos para llegar al porcentaje que permitiría estar pleiteando la segunda vuelta voto a voto. Y no es un porcentaje exagerado, porque en 2014 había un 20% para buscar esos votos, y el Frente tuvo casi siete puntos más. En este caso precisa un par de puntos más, pero el porcentaje que no acompañó a ninguna de las dos opciones en la primera vuelta es mayor, y ni en 2009 ni en 2014 el llamado de los dirigentes políticos significó que la gente siguiera su llamado, lo que hace una elección abierta”.
“HAY MUCHO VOTO EN DUDA”
Se refirió luego a la actual campaña, señalando que “venimos confirmando en las recorridas por los departamentos, los pueblos y las barriadas que hay mucho voto que hoy está en duda, muchos más de lo que marcan las encuestas, que hablan de un 5 o 6 por ciento. Y creo que hay posibilidades ciertas, salvo entre quienes ya lo tienen definido. Otra valoración son las razones, y si el Frente Amplio logra que la evaluación de este período transite por temas más variados que la seguridad ciudadana y los problemas en Ancap, que es casi a lo que nos hemos dedicado a discutir, y logramos discutir un balance más complejo que implique el mérito indiscutible de haber desparramado la Universidad en todo el país, que hoy se duplica la cantidad de egresados universitarios, que la UTU haya pasado de 19 a 60 carreras terciarias; que en Uruguay el salario real creció más en los últimos quince años con una diferencia abismal con el resto de América Latina, el país en que más se formalizó el trabajo y los derechos de los trabajadores; las mejoras que favorecen la educación como es el boleto estudiantil gratuito o el Plan Ceibal”.
Andrade reconoció que si bien fueron temas que estuvieron en la campaña previa al 27 de octubre, se habló de ellos “mucho menos. ¿Cuánto tiempo se dedicó al debate político para valorar que Uruguay está entre los nueve países del mundo en digitalización? Eso se mencionó, pero no fue un debate importante”.
FALTARON TEMAS AL DEBATE
Dijo que la campaña del oficialismo no logró “colocar en la agenda temas que son imprescindibles, hay temas que merecían mas debate. También lo que implica el cambio de que 90.000 uruguayos que estaban casi ciegos por ser pobres hoy puedan ver es importante y el cambio en la matriz energética que pasamos a exportar energía”.
Afirmó además que “la autocrítica es práctica, es cambiar la forma de organizar la campaña. El puerta a puerta como medida principal implica discutir estas cosas. Hagamos un balance. Está bien, hubo algunos problemas en algunas áreas, pero todo lo demás, ¿no pasó? Otro ejemplo, hoy hay 30.000 mujeres que están jubiladas porque modificamos la seguridad social y dimos la posibilidad de computar un año de jubilación por cada hijo, y eso casi no lo debatimos”.
En el marco de esa autocrítica, dijo que “nos pusimos muy a la defensiva y nos faltó resaltar cosas como la multiplicación de los centros CAIF, la ampliación de la cobertura en niños de tres y cuatro años, que haya más del doble de gurises en Tiempo Completo, haber generado los derechos para las empleadas domésticas y los rurales. También el crecimiento de la economía, de la cual todos hablan, pero el Frente ha garantizado el acento en la distribución social. Hay un conjunto de medidas del gobierno a las que no fuimos capaces de dedicarle el tiempo suficiente. Nos parece que la evaluación del país debiera contemplar mucho más estas cosas, y en ese esfuerzo estamos”.