En la Colonia 19 de Abril se llevó a cabo el cierre del Programa Uruguay Trabaja Rural, un emprendimiento que consiste en la recuperación de un campo de 90 hectáreas cedido en comodato entre el Instituto Nacional de Colonización y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Este programa comenzó a mediados de año con la difícil tarea de realizar una limpieza del lugar, mejoras de la casa, incluyendo además de la instalación de agua y luz. En este momento se está trabajando con la cosecha de naranjas Valencia, en tanto que hay dos chacras con diferentes plantaciones, como por ejemplo boniato, maíz, zapallo, sandía, papa, entre otros.
“El objetivo del programa es buscar nueva gente para lo rural; acá empezaron 20 participantes, van quedando 6, que son los que estaban más comprometidos con el proyecto”, indicó Damián Gallardo, referente operativo del programa en la Colonia 19 de Abril. “La idea es ir buscando sangre nueva para ir renovando el campo”, añadió.
“Se apunta a los jóvenes del medio rural que no tienen trabajo, porque no hay fuente laboral en la zona, estamos apostando a que los jóvenes tengan un sustento para vivir”, señaló Amalia Juárez, coordinadora del programa. Dentro del programa participan jóvenes con un promedio de 25 años que son de la zona de Porvenir, Esperanza y de la Colonia 19 de Abril. “Tratamos de encontrar personas que nunca podrían llegar al recurso del campo, pero les gusta trabajar en él”, agregó Gallardo.
ESCUELA DE APRENDIZAJE
“Específicamente este predio está planificado para que sea un campo escuela de aprendizaje de distintos oficios y líneas de producción”, señaló el director departamental del Mides, Carlos Damico; aunque se debe esperar “qué hará el próximo gobierno”, remarcó. Asimismo, se planifica en un futuro poder tener producción de animales con la cría de ovejas.
Los participantes de este programa han realizado diferentes capacitaciones en ovinos, alambrado eléctrico, en cultivos de chacra, en árboles frutales, “es un proyecto muy ambicioso para la zona”, indicó Juárez. Cuando se llevó a cabo el llamado se inscribieron unas 78 personas de las que se eligieron 20, por lo que hay gente en lista de espera, según se comentó.
El objetivo es “ir destinando para que esto vaya siendo adjudicatario a grupos que pasan, la explotación de fracciones de estas tierras como medio de trabajo y producción propio de esos grupos de 5 o 6 personas”, dijo Damico.
“Está planificado que vayan quedando hasta que se llene el campo, pero que siga siendo un lugar donde distintas generaciones sigan haciendo su experiencia, aprendan las distintas líneas de producción, desde preparación de tierra, elección de épocas, riego, elección de semillas”, explicó el director del Mides.
INVERSIÓN IMPORTANTE
Cuando se les adjudicó la tierra “era un desierto”, por lo que tuvieron que reacondicionar la casa, el baño, las puertas, se tuvo que hacer la colocación de UTE. Asimismo, se tuvo que comprar una nueva bomba y se realizó la instalación de agua.
Fue una inversión cercana al medio millón de pesos, en tanto que también el mantenimiento de la chacra tiene sus costos en cuanto –por ejemplo– la contratación de maquinaria para la limpieza del predio y la preparación de la tierra.
LAS VENTAS
Parte de lo producido está saliendo por las leyes de compras públicas en el marco de la agricultura familiar, asociándose a la distribución de alimentos frescos tras el cambio de las políticas de alimentación que se han llevado a cabo, sumado a la incorporación de Inda al Mides.
Con esta incorporación se cambió la forma de “entregar de manera indiscriminada y sin ver si realmente se ajusta a las realidades de las personas”, dijo Damico; por lo que “cambiamos canastas por tarjetas para que las personas puedan comprar lo que quisieran, dado que las canastas en ocasiones no eran las mejores para la calidad de vida”. Así como también las canastas que anteriormente se brindaban con dulces, ahora se entregan víveres frescos, es decir, “frutas y verduras de estación en la cantidad y calidad que se dan en cada etapa del año”.
