INIA inauguró su nueva sede en el parque tecnológico del LATU

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) concretó uno de sus principales objetivos vinculados a la mejora de las condiciones laborales de sus funcionarios, al trasladar su Dirección Nacional al parque tecnológico del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
El evento de inauguración contó con la presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ing. Ag. Enzo Benech, el futuro subsecretario de la cartera, Ing. Agr. Ignacio Buffa; el presidente de INIA, PhD. José Luis Repetto, y el presidente del LATU, Ing. Fernando Fontán. Asimismo, acompañaron la actividad expresidentes y exintegrantes de diversas juntas directivas de INIA.
En su discurso, Repetto expresó que la inauguración de esta sede es “una buena manera de comenzar a festejar estos 30 años de INIA” con el cumplimiento de un anhelo que existía desde el inicio del instituto. “Estamos convencidos de que este es el lugar que INIA se merece. Un instituto de ciencia y tecnología tiene que estar en un parque como el que está ahora, con estos vecinos”. “Lo más importante es que esta sede va a mejorar mucho las condiciones de trabajo de quienes se van a mudar aquí, el relacionamiento con nuestros vecinos (ANII, UTEC, y UTU, entre otros) y sobre todo se transformará en el lugar de encuentro de nuestro capital humano, que se encuentra distribuído en cinco regiones distintas del interior del país”, enfatizó.
Por su parte, el ministro Benech destacó la presencia del subsecretario designado por el gobierno electo para el próximo período por representar a su juicio una muestra más de una transición plenamente democrática, en la que se pretende dar continuidad a una serie de lineamientos estratégicos que trascienden los gobiernos, como es el caso de la instalación de la Dirección Nacional de INIA en el parque tecnológico. “El hecho de estar inaugurando esto es dejarle a un nuevo equipo un punto de partida, pero mucho más que eso, es dar un mensaje de fortalecimiento y articulación institucional”, mencionó. “Estamos en un país agroindustrial y viendo cómo avanza la tecnología es clave asumir desafíos como la mudanza de INIA a un lugar donde se articula la producción primaria con la industria”, consideró Benech.
Del mismo modo, Fontán resaltó la importancia de recibir a un instituto como INIA en el LATU por lo que implica “tener a los actores claves de la investigación del país trabajando juntos en un mismo predio a nivel de toda la cadena productiva”.
“Se trata de tejer la trama y generar los vínculos entre las instituciones para que, en conjunto, sumando capacidades y con una lógica de una construcción transversal, podamos llevar adelante cosas que quizás solos no podríamos llevar. Esa es la diferencia de trabajar juntos, con una cercanía física que le agrega un valor”, dijo Fontán.

ENRIQUECER VÍNCULOS

Además de lograr una aproximación del instituto hacia un parque que se ha convertido en referente en innovación, ciencia y tecnología, la instalación de INIA en el LATU responde a un interés por enriquecer el vínculo con socios estratégicos y otros actores que están allí instalados y ampliar los espacios para recibir a investigadores de otras regionales en un punto clave de la capital uruguaya.
El edificio de 950 m2 fue diseñado con la idea de ser “una planta de oficinas contemporánea, con una estructura abierta, iluminada y transparente, con más comunicación entre la gente que trabaja y no como células cerradas”, explicó Carlos Mussini, asesor de infraestructura de INIA, quien además acompañó y gestionó el proceso de construcción en representación del instituto.
Ocho salas de reunión, con capacidad de entre 40 y 50 personas, representan casi un 30% de la nueva sede del INIA y acompañan el sector destinado a la Junta Directiva, una zona central donde se ubicarán los servicios de cafetería, la sala de lactancia y depósitos, los servicios higiénicos y un amplio espacio para la recepción.
Los edificios ubicados en el LATU llevan nombres de árboles como parte del concepto de “comunidad del bosque”. En el caso de la nueva sede de INIA, se denominará “Los Guayabos”, nombre elegido por los funcionarios de la Dirección Nacional y un fruto nativo con el que el instituto trabaja desde el año 2000.
Dentro de los grandes beneficios de este cambio está la posibilidad de que quienes trabajen en INIA utilicen los servicios propios del parque, como sus espacios al aire libre, comedores, salas de reunión, anfiteatros y lugares específicos para capacitación tecnológica en distintos rubros.
(Material publicado en la página web del Ministerio de Ganadería – fuente INIA).