Cuatro hectáreas de parque en La Chapita

Claudia Alvez, del Socat del barrio, recordó los inicios del proyecto en 2006.

Inauguraron ayer las obras en el nuevo espacio público Parque La Chapita de Paysandú, un barrio que estaba en muy malas condiciones sanitarias, frente a la descarga de las barométricas, con el suelo contaminado por cromo y además con inundaciones periódicas al estar en la cota más baja del río. Y allí vivían 124 familias.
El parque, con una superficie de unas cuatro hectáreas, tiene un área polideportiva, con una cancha de fútbol y otra multiuso para básquetbol y otros deportes, un área de juegos infantiles, inclusivos y aeróbicos, un circuito para caminatas con calles internas, una gran plaza con sus correspondientes bancos, muchas áreas verdes y arboladas, un espacio joven, baños públicos y un centro comunal construido en base a contenedores, que está sobre un sector elevado, más allá de la cota 10, para evitar que sea fácilmente inundable, y todo ello con altas columnas y luminarias led para permitir el aprovechamiento nocturno del espacio público.
Las obras, que representaron una inversión de 1,2 millones de dólares, fueron cofinanciadas por la Intendencia de Paysandú y el Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
En el acto hicieron uso de la palabra el director de Ordenamiento Territorial del Mvotma, arquitecto José Freitas, el coordinador de Inversiones de OPP, arquitecto Ricardo Cordero, el intendente Guillermo Caraballo y una de las funcionarias del Servicio de Orientación y Consulta y Articulación Territorial (Socat) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Claudia Alvez.

EL PROYECTO COMENZÓ HACE 13 AÑOS

Alvez recordó que empezaron a trabajar en el barrio en 2006 “un lugar donde había una canilla de agua potable en un triángulo; estaba la deposición de las barométricas; había basurales y un lugar donde la gente clasificaba en forma irregular; otro lugar donde se criaban cerdos. En ese lugar trabajábamos” e hizo mención a “un censo que hizo la Universidad de la República y junto a otras instituciones se empezó a pensar esta zona de otra manera”.
Mencionó lo que consideró “otro hito en 2008 cuando empezamos a hablar de la relocalización de los vecinos” quienes no creyeron en esa posibilidad pero “eso está pasando hoy. Y acá está todo lo material de la obra, pero ahora nos queda el desafío de darle contenido como un espacio integrador. Pero ahora todos los vecinos nos vamos a comprometer con las autoridades a aportar ese contenido, a cuidarlo”. Y dirigiéndose a quienes no son habitantes del barrio, invitó: “díganle a sus vecinos que hay un lugar en la zona suroeste que está muy lindo, que se puede venir, y así vamos a ir rompiendo eso de la segregación territorial y los vecinos los vamos a recibir y vamos a construir convivencia y participación ciudadana”.

EL APORTE DE MUCHAS PERSONAS

El intendente Guillermo Caraballo, tras resumir el trabajo hecho en el viejo barrio, ahora recompuesto en parque, mencionó a la mayoría de quienes trabajaron en el proyecto de realojo y concreción del parque. Primero mencionó “a todo el equipo de gobierno de la Intendencia, porque toda la Intendencia se predispuso a sacar adelante este proyecto”, particularmente a quienes participaron desde un principio, como la arquitecta Andrea Ostuni (que desarrolló el plan territorial y ahora el diseño del parque), a las funcionarias de la Inspectoría Territorial Claudia Moroy, Natalia García y Milka Arguet y a la empresa constructora Cujó y a sus trabajadores.
Finalizó su discurso afirmando que “en este pequeño rincón del Uruguay y de nuestro querido Paysandú, hoy tenemos un lugar menos olvidado”, y dirigiéndose a los vecinos dijo que “en defensa de la memoria, a disfrutar de este espacio que es de todo Paysandú y a cuidarlo, que es la forma de demostrar que somos una sociedad que todavía lucha por su valor, que es la solidaridad”.
Después de los discursos, el corte de cinta correspondió al intendente Caraballo y el secretario general, Mario Díaz, aunque la tijera la sostuvo una niña vecina del barrio.