Los inspectores de la Dirección de Tránsito de la Intendencia no constataron graves irregularidades en el trabajo de control que realizaron la jornada del 24 y ayer, según informó a EL TELEGRAFO el titular de dicha dirección, Leonardo Rivero.
Dijo que se hicieron varias inspecciones sorpresivas en diferentes puntos de la ciudad, de las cuales no surgió que hubiera irregularidades en los conductores. Sin embargo, aclaró que esta previa de Navidad quienes hicieron los controles de alcoholimetría fueron los funcionarios de la Policía Nacional de Tránsito, antigua Caminera. Esto se debió a que, según una resolución del gobierno de fines de noviembre, todos los alcoholímetros del país -para tener la necesaria cobertura legal- deben estar calibrados por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), “tratando de cumplir con las normas y evitar recursos o reclamos administrativos”, explicó Rivero.
Por lo tanto, los tres aparatos de control que tiene la Intendencia de Paysandú, que eran calibrados por una empresa privada y estaban con plena vigencia, tuvieron que ser enviados a la sede del LATU en Montevideo, así como los de casi todas las intendencias del país. Eso determinó que no pudieran estar prontos –recalibrados– antes del 24, pero sí lo estarán antes del 31, afirmó el jerarca municipal.
De todas maneras, se hicieron controles de tránsito por la IDP, así como de la Policía de Tránsito.
