Un cortocircuito causó pérdidas totales en finca de la zona Este

Marcelo Romero perdió todas sus pertenencias debido a un incendio, aparentemente a raíz de un cortocircuito.

Marcelo Romero, de 51 años, perdió todas sus pertenencias al desatarse un incendio en la madrugada de este miércoles mientras se encontraba durmiendo. “No me acuerdo de nada”, relató a EL TELEGRAFO. “Solo sé que en un momento estaba fuera de mi casa y los bomberos apagaban las llamas”, comentó. Es que a raíz de la concentración de humo, el hombre sufrió una intoxicación, aunque no le dejó mayores secuelas.
Próximo a las 2 de la mañana, mediante el 911, la Policía tomó conocimiento que en las inmediaciones de Benito Chain y Grito de Asencio se había producido un incendio. De inmediato, un móvil se constituyó en el lugar y al constatar la existencia de llamas dieron aviso a Bomberos.
La autobomba 401 se hizo presente y personal del destacamento sanducero comenzó a combatir las llamas, que prácticamente habían tomado toda la estructura. La casa, de material, poseía tres espacios separados donde Romero tenía su dormitorio, una cocina y el baño. En el interior de la finca, no quedó nada sano, apenas dos o tres prendas de vestir chamuscadas.
“No sé ni como fue que pasó, pero los bomberos dijeron que parecía ser por un cortocircuito”, comentó el hombre que trabajó durante 22 años en la Intendencia, tanto en el Vertedero Municipal como en el Cementerio, y ahora se mantiene con algunas changas. “Ese día (por el martes) había ido a la casa de mi madre, que tiene 82 años, y vive cerca. Le pinté todo el frente de la casa, hice los mandados y le cociné. No puedo creer que después de haberle dejado la casa tan linda a ella, me pase esto”, dijo, mientras mostraba lo que había quedado: vidrios rotos, muebles hechos cenizas, electrodomésticos derretidos y quemados. “Acá en la parte de mi cuarto tenía un cielorraso con machimbre, todo eso se quemó”, dijo.
Mientras juntaba escombros, el hombre comentó que al parecer las paredes no se resquebrajaron y las chapas de zinc del techo, aunque quemadas, están firmes. “Lo que veo es que tendré que cambiar los tirantes porque así como están se van a caer solos”, indicó.
La ayuda para Romero ha sido poca. “Acá no vino ninguna institución para ayudarlo”, dijo Antonella Peñalva, una joven vecina que –mientras cursa su embarazo– se puso al hombro ser la mediadora para quien quiera acercarse o realizar donaciones. “Ahora en la tardecita (por ayer) se le consiguió un colchón. Y algo de ropa porque se quedó con lo puesto”, comentó. Quien quiera colaborar puede comunicarse al celular 098 290 630.