Según la información contenida en los Estados Financieros de UTE, entre 2013 y 2018 la empresa estatal acumuló por ventas de energía eléctrica al exterior 334 millones de dólares, equivalentes a un 0,1% del Producto Bruto Interno del país en ese período, según destaca el último informe de SEG Ingeniería.
La venta de energía eléctrica al exterior –particularmente a Brasil y en menor medida a Argentina– se hace en dólares americanos, y es muy fluctuante, ya que depende de las necesidades de los países vecinos. Según las cifras oficiales de los datos de estados financieros de UTE, en 2013 se exportaron 21.716.193 de dólares y en los años subsiguientes fueron U$S 42.217.782 en 2014; U$S 8.859.727 en 2015; en 2016 se cobraron U$S 64.392.858; en 2017 fue la mayor facturación hasta ahora con U$S 134.053.336 y el año pasado, 2018, fueron U$S 62.538.697.
HASTA 2012 SE IMPORTABA ELECTRICIDAD
Con una generación anual de 3.503 GWh (gigavatios hora), Uruguay mostró en 2006 el peor registro de generación hidráulica desde que se cuenta con el parque hidráulico actual, hace 36 años, siendo menor únicamente el registro de 1989, según muestran los datos del Balance Energético Nacional elaborado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería. Con una matriz de generación estrechamente ligada a la oferta de hidroelectricidad, la intensa sequía que sufrió el país en 2006 tuvo como consecuencia un pico en la importación de electricidad que alcanzó a 2.833 Gwh y representó un 35% de la demanda de aquel año.
Sin embargo, con el año sin concluir, es posible afirmar que el 2019 será el de mayor exportación de energía eléctrica en los últimos 20 años. En el gráfico presentado debajo, elaborado según datos de la UTE, se puede apreciar la evolución desde 2004 del flujo de exportación e importación de energía eléctrica que experimentó Uruguay.
TRES PERÍODOS HISTÓRICOS
Del análisis del gráfico se pueden distinguir tres períodos dentro del período presentado. El primero de ellos compuesto por los primeros 6 años presentados hasta el año 2009, donde la característica que se aprecia claramente es la del perfil importador de energía del país. Durante este período la importación llegó a los 9.984 GWh, nueve veces superior a los 1.100 GWh exportados. Con una matriz eléctrica cuya generación se repartía entre la hidráulica y térmica de origen fósil, la importación alcanzó una quinta parte de la demanda.
Los siguientes tres años completan un período de transición, en donde es visible el descenso de la importación, que en el período representó el 5% de la de 2010, se registra por primera vez un saldo positivo del intercambio de energía con el exterior.
SEIS AÑOS DE EXPORTACIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA
Finalmente, el último período abarca los años que van desde 2013 al presente, donde es apreciable el cambio radical, respecto al primer período, con un balance de intercambio de energía eléctrica siempre inclinado hacia el lado de las exportaciones.
Por un lado, los 43 GWh importados en toda esta etapa manifiestan el casi abandono de la compra de energía al exterior y por otro, el fuerte crecimiento de la exportación, que trepó hasta los 8.293 Gwh en esos siete años y representó el 11% de la demanda total.
Desde 2012 se ha incorporado al parque generador un 69% de nueva potencia, 2.000 MW (megavatios) compuesto por 1.458 MW eólicos, 295 MW térmicos y 248 MW solarfotovoltaicos, para llegar a los actuales 4.912 MW. De esta manera, la transición que experimentó Uruguay en los últimos años es consecuencia de la consolidación de la nueva potencia instalada que, en su mayoría, es autóctona y renovable.
